Siete consejos básicos para afrontar una campaña electoral exitosa

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Muchos comenten el error de desarrollar amplios y elaborados programas de campaña que muy pocos leen y aún menos personas comprenden.

¿Todo listo para tu campaña? ¿Ya esbozaste tu plan de acción siguiendo las 3 claves para ganar una campaña electoral? ¿Sientes que tienes todo bajo control o aún te queda alguna que otra interrogante sin contestar?

¡Siempre hay un consejo de último minuto! Para que no te embarques en tu campaña sin haber resuelto todas las inquietudes, aquí te dejamos una recopilación de los 7 consejos que no debes olvidar para afrontar una campaña electoral exitosa:

Conviértete en la representación de tus electores

A pesar de que la gente necesita a alguien preparado especialmente para resolver los problemas socio-políticos, de todas maneras tienden a ceder su confianza y su voto a aquellos candidatos que mejor los representen como pueblo.

La gente aspira a encontrar en el candidato de su preferencia cierto grado de humildad, de empatía con los ciudadanos y de íntima relación con los problemas cotidianos. Que esté profundamente al tanto de todos los conflictos que vive el electorado, sea de la clase social que sea.

Para perfilar tu imagen, replica el atuendo promedio de los ciudadanos, y para elaborar tu discurso, desarrolla las ideas adoptando una posición de familiaridad, tal como si tú fueses vecino y compañero de faenas de tus electores.

Incluye la emotividad en tu discurso

Es importante plantear las ideas, abordar los problemas y las posibles soluciones, pero también es fundamental tocar la parte emotiva de los electores.

En materia psicológica, está comprobado que memorizamos con más eficiencia la información que se conecta con nuestras emociones, por lo tanto debes irrigar tu mensaje con palabras que reflejen los sentimientos del ciudadano: ¿Qué lo ha hecho sentir ofendido de las gestiones anteriores? ¿Qué lo llena de esperanza con respecto a la gestión próxima? ¿Qué puedes ofrecer tú para conectar tu campaña con el amor, con la familia y con la felicidad del elector?

Si logras vincular tu mensaje con una emoción positiva y motivadora, ya tienes gran parte del terreno conquistado.

Sintetiza tu programa político

Muchos políticos comenten el error de desarrollar amplios y elaborados programas de campaña que muy pocos leen y aún menos personas comprenden en su totalidad, y a razón de ello no triunfan muy a pesar de tener maravillosas ideas. Tu deber es evitar ese error a toda costa.

A la hora de crear tu programa político, el cual será tu base ideológica y laboral cuando obtengas el cargo, debes estructurarlo siguiendo estas tres bases fundamentales:

  1. Selecciona las ideas más atractivas: Probablemente tengas en mente un centenar de ideas para tu gestión, a corto y a largo plazo, pero los electores no tienen tiempo ni deseos de conocerlas todas durante el período de campaña. Selecciona las ideas que se relacionen directamente con los conflictos más perjudiciales para el electorado y plantéalas junto con su correspondiente estrategia para solucionarlos a corto plazo. Imponte un límite de 10 planteamientos.

  2. Ve directo al grano: Cada planteamiento debe estar sintetizado y construido alrededor del conflicto a enfrentar y la posible solución. Extenderse por la historia, los culpables y demás ramas sólo es dejar espacio para que la atención del elector se disipe y no retenga la información que sí tiene valor.

  3. Utiliza lenguaje cotidiano: Tu discurso debe ser entendible para absolutamente todos los electores, por lo tanto lo recomendable es abstenerse de palabras rebuscadas y elegantes, o de ideas filosóficas elaboradas. Si hay una manera cotidiana de expresar algo (sin caer en un lenguaje vulgar) entonces esa es la manera en que debes decirlo. Toma como principio que un niño de quince años debería ser capaz de entender tu programa.

Apégate a la estrategia (como si tu vida dependiera de ello)

Ya conoces la importancia de la estrategia para las campañas electorales. Ésta se desarrolla tras semanas de estudiar al electorado, a los oponentes, el recurso humano y financiero del que dispones, y hasta tu propia posición, fortalezas y debilidades. Una estrategia que no se basa en investigación, no es estrategia, sino ocurrencia.

Un error habitual de los políticos es desprenderse de su estrategia y tomar decisiones arbitrarias a mitad del trayecto.

Es natural que en plena campaña ocurran situaciones inesperadas que te exijan replantearte las tácticas que habías escogido previamente, como que el oponente consiga apoyo de un artista famoso, o que publiquen alguna estadística que te declare en desventaja. Pero es necesario evaluar y ponderar qué tanto impacto puede causar esta situación en tu campaña si simplemente la dejas pasar.

Dale espacio a los especialistas

“Si quieres hacerlo bien, hazlo tú mismo” ¿Te suena de algo esa frase? Seguro has pensado así en varias oportunidades, pero este precepto no es realmente útil en todos los casos.

Por mucho que te sientas en confianza de estar a cargo de todo, la política y muy especialmente las campañas electorales son un trabajo en equipo. Debes aprender a ceder espacio y a asignar las labores a quienes realmente le correspondan. Así podrás concentrarte en tu papel como candidato y no desperdiciarás energías en labores de publicidad, logística, financiamiento, etc.

Las tareas que son determinantes para la campaña deben ser puestas en manos de especialistas. Un comunity manager, por ejemplo, sabrá exactamente en qué horas es provechoso hacer publicaciones en las redes sociales, y cuáles son los códigos exitosos para que cada publicación se haga viral. Deja esa tarea en sus manos para obtener los mejores resultados.

Comparte un poco más que tu campaña electoral

La gente no quiere darle su voto a una persona totalmente desconocida; la gente querrá conocer otras facetas de su candidato favorito: ¿Tiene familia? ¿Qué actividades le gusta hacer? ¿Cuál es su comida típica favorita?

Aprovecha ciertos espacios en el discurso, y las oportunidades que tengas de publicar en tus redes sociales, para introducir aspectos como estos. Ofrece, comedidamente, curiosidades sobre tu vida, detalles que dejen entrever tu personalidad y tu historia.

Esta es una manera efectiva de generar empatía con tus electores. La gente se sentirá más motivada a votar por ti si consideran que eres una persona con la que podrían entablar una amistad.

Y, sobre todo, olvídate de las citas “buenrrollistas” y las efemérides, solo generan aburrimiento y confirmación de que no entiendes los nuevos valores 2.0 y la comunicación del siglo XXI.

Mantente atento ante ventajas espontáneas

Ya quedó claro que no debes desligarte de tu estrategia, pero eso no quiere decir que no puedas aprovechar cuando las oportunidades se presentan solas.

A veces ocurren situaciones que aún sin estar planificadas, no afectan negativamente tu estrategia, y puedes (¡debes!) darte el lujo de sacarles provecho. Puede ser que un día reuniste a un grupo de gente en una comunidad para dar un discurso, y aparece una cámara de una televisora que no esperabas; entonces puedes tomar el micrófono y abandonar tu sitio privilegiado para integrarte al electorado y dar tu discurso desde allí, desde la multitud, de manera que la cámara registre el apoyo que recibes.

Puede que otro día decidiste visitar un pueblo y pasaste junto a una escuela secundaria, y muchos jovencitos curiosos se asoman para averiguar lo que está pasando. Acércate a ellos, comunícate con ellos; a pesar de que no pueden ejercer el derecho al voto aún, ya tienen forjados unos ideales que vale la pena conocer, y pueden causar una diferencia al expresarte su apoyo ante cientos de padres y representantes. De eso se trata el saber aprovechar las ventajas espontáneas.

No queda más que agregar. Ya tienes las claves para triunfar y los consejos más acertados para afrontar una campaña electoral. ¿Qué esperas para ponerlo en práctica? ¡A la carga, y buena suerte!

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