Antonio Sola: "Las campañas legislativas necesitan nuevos procesos de comunicación"

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Noche de jueves. Unos minutos separan a París de las 21 y el miedo se apodera de la escena. Un hombre dispara a mansalva contra un automóvil de la policía, mata a un efectivo y hiere a otros. Apenas minutos después, el grupo yihadista Estado Islámico se adjudica rápidamente el ataque y Francia vuelve a entrar en estupor: a horas de un acto electoral muy significativo para toda Europa, el terrorismo vuelve a dejar su marca cerca de los Campos Elíseos.

A una hora del atentado, el consultor español Antonio Sola, instalado en Franciadesde esa misma mañana de jueves para participar de una serie de actividades previas a las elecciones, decide ir a cenar junto a su esposa y un grupo de personas. De no tratarse de Sola, cuya imprevisibilidad, sorpresa y desenfado ya es casi un sello que lo identifica, la elección del sitio de la cena podría resultar un tanto inconveniente, sobre todo porque se trata de un restaurant ubicado en los alrededores de Campos Elíseos –epicentro de la tragedia-, propiedad precisamente de un inmigrante árabe.

 

“¡Es que tenía hambre cabrón, daba lo mismo el lugar!”, se divierte el español ante la inquietud de los cronistas.

 

Enseguida, ya en clave reflexiva, asegura: “El terrorismo es un flagelo terrible, y es fundamental que se entienda que la única salida pasa por implementar acuerdos entre países, no hay otra manera de calmar las regiones que hoy están con conflictos militarse severos, como puede ser Siria, que no sea una cooperación internacional verdadera y profunda. Un discurso tan agresivo de Trump, durante los primeros días de su presidencia, termina siendo totalmente opuesto”.

Los capitales que se mueven por fuera de la ley también representan, según Sola, un foco en el cual se debe trabajar para erradicar el terrorismo: “Es claro que el terrorismo necesita financiación. Se tienen que iluminar los paraísos fiscales, tiene que haber cooperación financiera. Tiene mucho que ver con la ruta del dinero, la droga, la compra de armas, la constitución de sociedades paramilitares. Estos intereses sumados al papel de la religión, conforman un cóctel explosivo que es utilizado por sectores que necesitan perpetuarse para aumentar sus franjas de ganancias y el control de diferentes países”.

 

-En esta lógica, no parece casual un atentado en Francia a días de las elecciones.

-Es que no es un hecho aleatorio de ninguna manera. Aquí hay una gran beneficiada que fue Marine Le Pen, que ha basado su discurso en el tema de la inmigración y la seguridad: muy Donald Trump en ese sentido. Encima el pueblo francés no es fácil. Es uno de los países con más trayectoria democrática y tienen muchos problemas de integración: siempre le dijo “bienvenido” a los inmigrantes, pero nunca los integró del todo porque son sociedades muy cerradas.

“En España –añade el consultor- también hemos vivido mucho esto: justo unos días antes del cierre de las campañas electorales, antiguamente solía haber un atentado como la muerte de un concejal o empresario. Esto, de alguna manera, alteraba el indicador del voto; de hecho llegó a voltear elecciones muy justas”.

 

“Venezuela duele muchísimo”

La charla avanza hasta cruzar el océano. El tema, el que más inquieta a la comunidad latinoamericana por estos días, es Venezuela.

“Duele, claro que duele Venezuela, muchísimo duele. Sin embargo, parece aproximarse el final de todo ese horror. Y esto es una buena noticia entre tanto sufrimiento. La de Nicolás Maduro es una dictadura de facto, y los acontecimientos están dando una vuelta de tuerca porque el pueblo ya no puede más. El gobierno tiene una ideología estúpida, absurda, desquiciada, llena de corrupción y narcotráfico, que está oprimiendo con la política a los venezolanos”, opina el consultor.

 

-Visto de afuera, da la sensación que los organismos internacionales han demostrado un nivel elevado de apatía en todo este tiempo.

-Pienso que tuvieron durante un tiempo un proceso de apatía, que luego entraron a un proceso de consulta que ha ido en aumento y que se reflejó a través de una serie de declaraciones contra el régimen de Maduro, mientras intentaban una mediación política. En definitiva, han ido trabajando este tema de Venezuela poco a poco, antes con un tema de apatía y ahora con un nivel de preocupación mayor. También es verdad que para los organismos internacionales intervenir una nación es una decisión muy dura y se ejecuta cuando esa nación amenaza la seguridad de terceros. Este no es el caso todavía porque Venezuela tiene un problema consigo mismo, aunque sí es cierto que se trata de un problema delicado porque podría conducir a una guerra de facto entre ese poder político y militar contra la inmensa mayoría de los ciudadanos que quiere un cambio.

 

-¿Es imposible pensar en un gobierno que entre en razón como vía de resolución del conflicto?

-Es muy difícil. A estas alturas parece más viable una salida negociada. A Maduro hay que garantizarle una puerta de salida a él, a su familia y a un grupo de cuatro o cinco personas. Debe ser a través del llamado a elecciones nuevas. Si se hace esa negociación va a ser determinante. Los mejores procesos de paz siempre tienen dos puntos muy importantes: uno negocia la paz con su enemigo, no con su aliado, y tienes que encontrar un espacio en común donde puedas tener elementos de amnistía y de perdón.

 

Macri: aciertos y errores

En las próximas semanas, Antonio Sola volverá a Buenos Aires, ciudad que últimamente lo ha adoptado casi como un hijo dilecto, a reflexionar sobre el escenario político argentino de cara al próximo proceso legislativo, en el cual el oficialismo de Mauricio Macri plebiscitará su gestión en medio de un panorama social convulsionado por marchas, despidos incipientes y tarifazos. La intervención de Solaserá el 23 de Mayo en la Universidad Católica Argentina, en el marco del II Congreso Internacional de Campañas Electorales – Campañas Legislativas.

Macri ha tenido aciertos y errores, en una Argentina que está muy castigada por la situación económica. El oficialismo va a competir con el ex oficialismo, que no está del todo muerto, y estarán presentes una serie de partidos emergentes, como el de Sergio Massa por ejemplo, que están buscando espacios de consolidación en lugares como la Provincia de Buenos Aires. Veo que esta elección va a ser un intermedio muy importante de cara a las presidenciales dentro de dos años, donde creo que el oficialismo va a perder terreno, incluso más del esperado”, analiza.

 

-¿Las campañas de medio término necesitan nuevos procesos de comunicación?

-Si, totalmente. Procesos que ensalcen la labor que las elecciones legislativas tienen en los diferentes países. Los congresos y parlamentos son las instituciones con mayores niveles de negatividad en la mayoría de los países latinoamericanos. Y existe una concepción sumamente errónea que presume que, en términos generales, las legislativas no influyen luego en las presidenciales, desatendiendo su implicancia en términos de consolidación social y política. Por ejemplo, para Massa fue muy determinante haber ganado en el 2014 como ganó, porque esa elección lo catapultó de cara a las presidenciales.

 

“Los poderes legislativos -completa el español-, siguen siendo fundamentales a pesar que al pueblo no le guste ese tipo de espacios políticos. No es nada más que tú eliges a un diputado o un senador: es mucho más que eso. Los políticos entre sí también se están midiendo las fuerzas en este proceso”.

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