Allá por 2001, George Clooney protagonizaba un auténtico clásico de los últimos 20 años del cine internacional llamado “Ocean Eleven”, un film que relataba las peripecias -y la gran gesta, claro- de una súper banda de ladrones que perpetró un robo millonario. Esta película elige el consultor español Antonio Sola para evidenciar lo que podría significar que Andrés Manuel López Obrador no alcance efectivamente la Presidencia de México: “Sería como una tercera saga de esa película, sería un robo de magnitudes indescriptibles, casi el robo del siglo”, se divierte el español en la comodidad de su hogar en Guayaquil.
Razones para semejante afirmación no le faltan. En la recta final, el principal candidato lleva una ventaja de 20 puntos a su perseguidor. Estos datos, sumado a un escenario que parece conspirar cada vez mas a su favor, dan cuenta de una batalla que no debería deparar grandes sorpresas: “López Obrador va a ser Presidente de México salvo que lo maten. Porque es lo mejor que le puede pasar a México hoy, es un tipo que ha crecido mucho, que se ha moderado hacia el centro, no es el del 2006, y además creo que la ira de los mexicanos es tan potente que lo están utilizando para castigar al sistema. El nivel de encabronamiento hace que necesiten una salida radical, como lo fue Lula en su momento para Brasil, o Correa en Ecuador”.
“López Obrador tendrá una corriente energética tan fuerte que tiene una oportunidad histórica de abanderar a una izquierda muy progresista y moderada para tratar de hacer las cosas distintas los próximos seis años”, sintetiza el consultor que modificó diametralmente su mirada hacia la figura de AMLO, a quien 12 años atrás había calificado como un “peligro para México”, a través de una campaña de spots decisiva.
Hoy Sola se ríe de la anécdota, y también rechaza la campaña sucia con la que, ya en la actualidad, se intenta herir nuevamente al principal candidato desde la oposición: “Es un disparate total, de una mediocridad absoluta, no se puede vivir del pasado, no puedes hacer una remake de un spot que tuvo mucho éxito pero porque el contexto era distinto. Hay una pésima interpretación de la campaña, pareciera que se quiere apuntar a generar miedo pero hoy lo que reina es la ira. Y la ira y el miedo provocan sensaciones completamente distintas”.
-¿Cómo calificarías el nivel de las campañas en México?
-Yo creo que el marketing político ha sido fuertemente interpelado durante la campaña mexicana, y no ha dado la sensación completa de poder adaptarse las nuevas reglas electorales. Parece agotador hacerlo, pero es necesario. Mira sin más mas lejos el nuevo fracaso de las redes en tanto prescripción de la voluntad popular. Las redes de AMLO son de risa, no tienen ninguna coherencia, publican fotos de los meetings. Y sin embargo saca cada vez mas ventaja en las encuestas, y uno observa que por otro lado el PAN y el PRI gastan fortunas siderales en redes y no han podido cambiar absolutamente nada. Yo no voy a castigar a mis colegas que trabajan redes, por supuesto que ha crecido ese mercado, pero tenemos que reinventarnos otra vez, y volver a las fuentes de la estrategia.
España, ese dolor íntimo
La consulta de este cronista ante el delicado contexto institucional español transforma de pronto el semblante del consultor. Hay sufrimiento, claro, pero también un diagnóstico claro de la situación: “Mariano Rajoy dejó un país muy distinto al que había cuando llegó, se encontró con niveles de paro superiores al 25 por ciento. Por eso y muchísimas otras cuestiones que se han estabilizado, pienso que la moción de censura es de los peores disparates políticos en la historia de España, desde la muerte de Franco. Y es un disparate que a Pedro Sanchez (N. de la R.: el sucesor de Rajoy e impulsor de la destitución) le va a costar mucho de su imagen en el corto plazo”.
“España está vieja, Europa en general está vieja. Debe volver a beber algo de savia fresca de esta América Latina que está emergiendo de la cual se pueden aprender muchas cosas. Una parte de la corriente latinoamericana debe influir en Europa”, considera.
Renovación parece ser el concepto clave, pero por poco tiempo. Sola sostiene que emergen líderes nuevos, pero que no tendrán impacto prolongado en la agenda pública europea: “Hay figuras que puedan encabezar la Unión Europea, porque sin duda entramos a un proceso de renovación. Hay un tipo que se llama Pablo Casado que debe tener 42 años y quiere encabezar el PP. Albert Rivera, otra opción que anda por los 40. Yo mismo, ando por esa edad. Toda Europa está ingresando en ese proceso de regeneración. Pero a mi juicio, de esta etapa no va a surgir ningún líder definitivo para la Unión Europea. Hay un reset, eso es indudable, pero esta generación, potente y capacitada que ya se empieza a hacer del poder, será en realidad una casta de transición de 10 años, que dará cabida a la generación que sí nos va a gobernar en los próximos 50 años”.
Llamado de atención para el lector inadvertido. Entre la lista de señores de las 4 décadas con ansias de presidencia y liderazgos, Antonio Sola también decidió anotarse, según la enumeración del párrafo anterior: “Siempre me ha gustado la política y seguramente daré el brinco algún día. Me veo en esta generación de 40 asumiendo responsabilidades en la dinámica del poder, de la responsabilidad que tiene en España nuestra generación de asumir lo que se viene en los próximos años. Amo mi país y sufro de verlo así a la distancia. Y claro que me gustaría ser Presidente, pero es un proyecto para más adelante”.
Colombia, Uribe y las derechas
Tiempo atrás, en una épica segunda vuelta y contra todos los pronósticos, Juan Manuel Santos alcanzaba la presidencia de Colombia derrotando a Oscar Zuluaga, el candidato del siempre eterno Alvaro Uribe. Sola, convocado por Santos como estratega de aquel ballotage, resultó clave en la profundización de una campaña orientada a que los colombianos puedan conseguir la tan ansiada Paz.
Hoy, el escenario es muy diferente. Hace dos días, Iván Duque alcanzó la Presidencia derrotando en segunda vuelta al ex Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en un triunfo que también parece tener marcado a fuego el nombre de Uribe, aunque Sola no sea tan enfático en este punto: “Duque no es Uribe. Puede ser independiente. Nadie dice que muerda la mano de quien lo llevó al poder, pero el mismo Uribe sabe que Colombia es otro país después de 20 años, por eso creo que Duque tiene una gran oportunidad de transformar la centro derecha, de encabezar una reconversión ideológica. Su gran reto es la crisis económica muy importante que hereda”.
En referencia puntual al proceso electoral reciente, Sola sorprende y expresa: “El candidato que más posibilidades tenía de triunfar era Sergio Fajardo. Pero hubo una pésima representación de la moderación ideológica que simbolizaba. Si desde su campaña se hubiera entendido bien esta situación, seguro hubiera estado en segunda vuelta y hoy sería el Presidente de Colombia. A los votantes inclinados al progresismo, el nombre de Petro les provocaba miedo, pero no el de Fajardo, quien sin duda hubiera capturado la cantidad de votos necesaria para derrotar a Duque”.
-Es la segunda vez que aludís al miedo y a la ira, como sensaciones que prescriben el voto. ¿Cambió la mente del votante?
-Por supuesto que está cambiando. En mi caso, nos reunimos periódicamente con un equipo con el que analizamos todas estas transformaciones. Es fundamental poder profundizar en el aspecto antropológico, hay muchas técnicas nuevas en el estudio de la raza humana. El cerebro tiene hoy una composición absolutamente distinta. Han encontrado el cuarto cerebro en el ser humano y las generaciones mas jóvenes lo traen absolutamente desarrollado. Ese cuarto cerebro gobierna a los otros tres. Toda esa parte de la ciencia hay que tomarla en cuenta y readaptarla a la hora de encarar cualquier diseño de campaña. Es un aspecto muy nuevo, pero si no sabemos interpretarlo, vamos a perder muchísimas oportunidades para la consultoría y, sobre todo, para el devenir de los pueblos.
La Cumbre, Perú y España
A semanas de participar de una nueva edición de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, que esta vez va a desarrollarse en Perú entre el 1 y el 4 de agosto próximos, Sola adelanta el título de su disertación: Encuentra tu causa y moverás el mundo. “En Perú, que es un país tan convulso en este momento, vamos a vivir una Cumbre inolvidable y apasionante. Nuestra Cumbre va a contribuir a la discusión de cómo ayudar a consolidar este proceso democrático, con todas las particularidades que tiene, con las elecciones que vienen allí y en la cual se definirán gubernaturas entre otros cargos”.
En este sentido, vuelve a reflejar un sueño cada vez mas real: “Una herramienta como es la Cumbre, esta absolutamente preparada para ir a España y a Sudáfrica, para pensar global y localmente. El evento está en su mejor momento y puede llegar en el corto plazo a Europa. Pienso que en España, a pesar de haber dado al mundo grandes consultores a nivel internacional, no es un país que esté dado a comprender en toda su magnitud los procesos del marketing político como tal. Por eso digo que le hace falta un instrumento como la Cumbre, para poder descubrir cuales son las nuevas tendencias, las nuevas formas, los trasfondos, todo lo que se discute en una Cumbre. Seguramente pronto llegará a España y será el primer paso de muchísimas otras cumbres que llegarán al viejo continente en el corto plazo”.
Hatchi, Chico, Bruno y Dana, los perros que habitan junto a Susana y Antonio la casa de Guayaquil, decretan imprevistamente el final de la charla. Algunas maletas decoran el living. Otra aventura espera.