Los escenarios se reiteran y las dificultades también. Dentro del rol protagónico creciente de la comunicación política, no son pocos los consultores que interpretan las campañas legislativas como un apéndice de las que se consideran las de mayor relevancia e impacto: las campañas para una elección ejecutiva. “Es real, para muchos las Legislativas son como la Cenicienta de las campañas”, abre el diálogo, distendido, el analista político Carlos Fara, consultor político y especialista en opinión pública, campañas electorales, estrategias de comunicación y marketing gubernamental.
Carlos Fara será uno de los prestigiosos expositores que tendrá el Congreso Internacional de Comunicación Política-Campañas Legislativas, que se realizará en la Universidad de Buenos Aires los próximos 23 y 24 de mayo. “En una elección ejecutiva, están más en juego cuestiones de liderazgo y de puesta en proyecto mirando a la gestión, pero la elección legislativa es mucho más parecida a un plebiscito, donde los candidatos importan, pero en términos de ser instrumentos de ese plebiscito”, asegura.
La primera conclusión está a la vista, aunque Fara se encarga de reforzarla: “Las elecciones legislativas son subestimadas, claro. Pero la confusión juega un papel fundamental en esto. En general, ocurre que muchos actores no saben cómo pararse frente a una elección de medio término. Tienen esa tentación de convertir a la campaña en el reflejo de lo que piensan hacer cuando lleguen al órgano correspondiente en términos de leyes y proyectos. Pero la realidad es que la gente los vota para otra cosa”.
“La sociedad conoce poco y muy a grandes rasgos para qué funciona un órgano legislativo, lo que en realidad está eligiendo son candidatos para que resuelvan los problemas, en forma independiente de los lugares que ocupen”, advierte.
Polarización y fastidio
Mientras el devenir de las últimas semanas pareciera reflejar ciertos aires de polaridad en el escenario político argentino, Fara plantea la posible irrupción de otras opciones: “Más allá de lo que muestren ciertos elementos de coyuntura, mi impresión es que la sociedad no quiere volver a ser polarizada ni tensionada, con lo cual me parece que avanzada la campaña vamos a tener nuevamente otras expresiones terciando, además de las dos que fueron a la segunda vuelta de las elecciones de 2015”. “Es lógico que Massa, al no tener gestión que mostrar, vea disminuido su impacto en la agenda pública. Por otro lado, la coyuntura influye y la menor capacidad de fuego dentro del circuito mediático también”, evalúa Fara, agregando una salvedad y es que en el transcurso de los últimos meses, la sociedad ha evidenciado un claro fastidio hacia la clase dirigente cuyo alcance roza a todo el arco político.
"Algunas cosas no terminan de arrancar a nivel país y en ese punto, todos los actores políticos, sin distinción de color ni bandera, pagan los platos rotos", reflexiona quien participará como conferencista en el Congreso Internacional de Comunicación Política.
-Tratándose de un año electoral, ¿el oficialismo puede pagar caro ese fastidio social?
-Es un poco prematuro asegurarlo. Me parece que el gobierno tiene grandes objetivos, pero también ha mostrado dificultades estratégicas. Y un claro ejemplo es la tarifa del gas, donde evidentemente utilizaron un mapa en el cual no contemplaron la gran cantidad de accidentes geográficos que podrían llegar a ocurrir y que los llevó a terminar reformulando la estrategia. En términos económicos, en general, les ha ocurrido eso.
“De la mano de esos errores estratégicos -añade Fara-, surgen los comunicacionales, por supuesto: una vez que acumulas dificultades globales, la comunicación tiene que hacer esfuerzos cada vez mayores para resolver lo que cada vez es más difícil”.
El factor "Lilita"
Aunque no sobreabundan certezas en virtud de candidaturas para este 2017, lo cierto es que sí ha comenzado a definirse una en particular que puede resultar clave: la de Elisa Carrió como Diputada Nacional por la Ciudad de Buenos Aires, confirmada incluso por la propia líder de la Coalición Cívica. ¿De qué forma puede impactar su presencia encabezando la nómina de Cambiemos, teniendo en cuenta su alta popularidad en CABA?
“Será la Carrió de siempre -pronostica Fara-, la que va a dar una especie de gran batalla simbólica por la ética, la defensa de la República, lógicamente dentro de una reivindicación a Cambiemos. Pero en definitiva va a hacer su propia campaña, con las incomodidades que esto le puede generar a un gobierno que, sin embargo, tiene claro que es mejor tenerla dentro de sus filas ya que eso implica, al menos, un poco de responsabilidad institucional”.