Fenómenos que sufren los contextos electorales actuales

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La desafección política fue el eje central de la conferencia de Javier Sánchez Galicia, durante la XII Cumbre Mundial de Comunicación Política, denominada “El nuevo escenario de las campañas electorales”.

El título, según comentó el presidente de ICP Iberoamérica, hace referencia al contexto electoral que enfrentan los consultores y la política en América Latina hoy en día.

Remarcó que se está viviendo una “desafección política”; es decir, que el elector está decepcionado: “Eso provoca una desconexión, las personas quieren saber de todo, menos de política”, agregó.

En esa misma línea, relacionó esta desconfianza con la situación actual que atraviesa México: “Este escenario ha provocado una serie de mecanismos para conquistar el voto: entre ellos, hacer alianzas electorales antinaturales. Es como mezclar en al aceite con el agua. Los fundadores de los partidos se volverían locos si verían, en la actualidad, a la izquierda con la derecha unida”.

Por otro lado, hizo hincapié en el transfuguismo político: “Los políticos ya no creen ni en su mismo partido y empiezan a emigrar. En esa desesperación, los partidos compran el voto. Ya no hacen campaña”.

 

- ¿Podrá la política volver a recuperar la confianza del electorado? 

- No podríamos decir que la política se va a acabar; solo debe transformar sus métodos y la ciudadanía será la encargada de hacerlo. Hoy vemos, por ejemplo, la comunicación transmedia, que es la narrativa transformada por los usuarios involucrando sus intereses (qué quiero de país, qué quiero de ciudad, entre otros).

 

- ¿Qué opina sobre el fenómeno de los outsiders?, cada vez adquiere mayor relevancia

- Hemos pasado del Homo Sapiens al Homo Videns, pero ahora vivimos ante el Homo Ludens, el hombre que se divierte. Para él es más importante lo que entretiene que lo que te hace pensar.

Entonces, si ve que un personaje de la industria del entretenimiento genera una conexión con ellos, pues van con él. Estados Unidos puso el ejemplo con Schwarzenegger o incluso con Ronald Reagan; el propio (Donald) Trump es un bufón inteligente que ha sabido ganar dinero, pero no puede ser un estadista.

Ese es el problema, los outsiders van a gobernar como los futbolistas que se hacen candidatos: con los pies.

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