“Su función es enamorar al elector… seducirlo”, fue la frase que utilizó el consultor político ecuatoriano para sintetizar la función y el rol de un candidato frente a una campaña electoral.
En la misma línea, aseguró que el político no puede estar ajeno a lo que ocurra en sus redes sociales, pero tampoco cumplir la tarea de community manager: “Sería una torpeza, he visto a candidatos destruir meses de trabajos con un solo tweet”.
Al momento de hacer hincapié sobre la utilización de la big data, argumentó sobre la escaza preparación que sufre Latinoamérica frente a la utilización de grandes recursos de información como compras electrónicas, desplazamientos e interacciones digitales.
Definió dicho recurso como “la utilización de varias fuentes de información para convertirlo en decisiones estratégicas”. Incluso expresó que “a las agencias les hace falta tener visión de convertir likes en fuerza electoral en el primer caso y en la segunda parte de tener una visión comercial”.
- ¿Cómo puede lograr un candidato deslizar su bajada ideológica de manera tal que acerque a otros hacia los razonamientos de dicho político?
- El fin de las ideologías es un tema superado en muchas sociedades, la gente no entiende de izquierda ni derecha sino de si el político va poder solucionarle sus problemas.
No basta ser de derecha o de izquierda para ganar. Tampoco ser outsider o independiente. Para ganar se necesita de recursos, de una buena organización, de conectar con el mensaje. De aspectos que tienen que ver más con el para qué que con el cómo.
Los electores se han vuelto utilitaristas, le dicen al político lo que quiere escuchar, en un recorrido todo el distrito puede expresar su apoyo al candidato y la realidad puede ser diferente. Toman sus camisetas y parafernalia, pero votan por quién más les convence.
Las redes sociales son sintomáticas no determinan nada, son un medio de comunicación que hay que saber utilizar.
- ¿Qué tan grave es que el político no tenga una relación directa con su director en redes sociales? Debido a que dicho director es la imagen del mandatario o candidato frente al mundo digital.
- En la campaña convergen muchísimos equipos en una estructura piramidal donde se impone la jerarquía. Muchas veces, el candidato ni siquiera tiene poder sobre la gente porque esta es impuesta a su vez por alguien más. Eso sucede mucho y seguirá sucediendo.
El candidato no puede estar ajeno a lo que ocurra en las redes, en sus redes. Pero tampoco demasiado atento, su función es la de enamorar al elector, seducirlo. No puede hacer de Community Manager, sería una torpeza. He visto candidatos destruir con un solo tuit todos los meses de trabajo que llevábamos.
En redes sociales nada es personal, y que un candidato lo entienda, con todo el rush y la presión que tiene encima es complicado.
- ¿Compartís que un buen uso de las redes sociales es crear conversaciones y no convencer de un voto?
- El tema está superado, yo mismo lo maté hace tiempo en una Cumbre Mundial de Comunicación Política. Si los likes votan o que si las redes sociales ganan elecciones es un debate muerto y un despropósito. Ubicarlo sobre el radar equivale a no comprender la naturaleza de los medios digitales.
Las redes sociales son un vehículo. Son el canal de comunicación como es la televisión, la radio, el periódico. En la misma línea, se ha vuelto masiva en algunos países donde su nivel de penetración alcanza al de la TELEVISIÓN pero el comportamiento de sus usuarios es distinto. Cada red social tiene su propia audiencia.
A diferencia que los medios digitales nos permiten un contacto más directo con el elector, producir piezas de formas más rápida que en la tele o en la radio, nos ayuda a bajar los costos de la campaña. Pero eso no significa que nos ayude a ganar elecciones, es un canal de comunicación que debe estar integrado a la campaña. Punto.
- ¿Cuánto influye la utilización de la big data para diseñar una estrategia comunicacional digital?
- Es importante, pero Latinoamérica no está preparada para la utilización de grandes recursos de información como compras electrónicas, desplazamientos, likes en redes, etc. porque realmente eso es Big Data: la utilización de varias fuentes de información para convertirlo en decisiones estratégicas.
He visto como muchas campañas han utilizado DATAMETRIX pero no logran convertir los datos en inteligencia, lo que es muy importante. Aún no es muy popularizado el uso de Social Listening en política por el caos con el que se viven las campañas en Latam, no hay un especialista en la campaña que esté dispuesto a leer los datos y convertirlos en insights, y si los hay es ignorado por el estratega general o el Social Media Manager. Es un tema en el que avanzamos muy lento.
Los políticos, como sucede con las empresas cuando contratan una agencia, quieren ver retribuida su inversión en el primer caso como votos en el segundo caso como clientes. A las agencias les hace falta tener visión de convertir LIKES en fuerza electoral en el primer caso y en la segunda parte de tener una visión comercial.
En mi caso, yo entro a una campaña a ganarla.
- ¿Cuál es tu postura frente a la utilización de trolls y bots en las redes sociales por partes de los políticos? ¿Es una herramienta útil?
- Durante mucho tiempo los utilicé.
He creado varios Troll Centers con el fin de apoyar en la estrategia de mis clientes. Déjame decirte que son un desperdicio de dinero. Esa falsa idea que los bots y los trolls sirven para ganar la percepción en la mente de la persona es irreal. Ni siquiera los medios masivos ya generan opinión.
Pero muchos políticos lo van a seguir haciendo igual y yo ayudo a mis clientes a defenderse.
Durante la Cumbre Mundial de Comunicación Política en Perú, estaré presentando un ebook que se llama: La campaña de contraste digital, la nueva arena de batalla electoral. Los invito a que visiten mi sitio donde subiré más información al respecto www.andreselias.com o que me escriban por twitter a @andreseliascom.
El libro es interesante porque narro cómo es trabajar en un troll center desde dentro.