“Escuchar atentamente a la ciudadanía es la única manera o herramienta efectiva para lograr un “ida y vuelta” con ella”, afirmó Mafe Carrascal en diálogo con Mensaje 360.
“La ida son sus sueños, sus anhelos y, ante todo, sus necesidades; por su parte, la vuelta debe ser su realización”, agregó. No obstante, aseguró que “se necesitan canales efectivos que conecten a la gente con el poder, canales que permitan una participación incidente y que, a su vez, llamen la atención a la acción y a la gestión corresponsable”.
Además, hizo hincapié sobre la necesidad de cambiar la figura del líder como alguien “inalcanzable”: “Urge pasar de un liderazgo heroico que todo lo puede y al que hay que seguir sin cuestionamiento alguno, a un liderazgo colectivo y adaptativo, uno que se construye con responsabilidad de todos, que escucha a todos, que permite aportar y que ve el error como parte importante del proceso.”
- ¿Tienen los jóvenes interés por la política o la militancia de un partido? ¿De no ser así, cómo se los “engancha”?
- Generación tras generación nos educaron con la idea de que “en la mesa no se habla ni de política ni de religión.” Crecimos con el entendido de que la política es despreciable, es corrupta y que ejercerla como oficio es casi, casi, un pecado, es deshonroso.
Lo anterior basado en una realidad, la clase política tradicional de países como los nuestros, latinoamericanos, que han ostentado el poder desde que nos constituimos como Repúblicas, ha cerrado cualquier posibilidad para que nuevos liderazgos surjan.
"La renovación política en los partidos es precaria o nula, es un sofisma de distracción, no una realidad"
Sin embargo, con el surgimiento de nuevas tecnologías y de redes sociales como canales alternativos para la ciudadanía, ha surgido también una generación de jóvenes, y no lo digo por la edad, sino por la mentalidad, que asumen su rol como sujetos políticos y quieren hacer política de manera diferente.
Unos en el ejercicio ciudadano y otros formándose para optar por cargos de elección popular, para renovar la política compitiéndole a los de siempre. Una nueva generación, que desde ya defiende y transforma lo público, tan golpeado por la mala imagen, no de la política, sino de los políticos de todos los espectros ideológicos.
- ¿Cómo logra un líder generar empatía con sus seguidores?
- Absolutamente nadie conoce mejor lo que necesita que uno mismo, a quienes ejercen la política como profesión y mucho más a quienes tienen la misión de dirigir nuestro destino, se les olvida esto tan básico.
Salen a pedirnos votos y a prometer, pero al llegar no establecen canales de comunicación con quienes los eligieron, no vuelven a salir a la calle y tampoco usan efectivamente los canales digitales para este propósito, es más, bloquean ciudadanos, algunos de ellos también promueven irrespeto e intolerancia en las redes.
La única manera de lograr empatía, tan necesaria para ejercer liderazgo, es escuchar al otro. La gente quiere ser escuchada.
- ¿La ciudadanía sigue confiando en los políticos?
- La ciudadanía cada vez menos confía en los políticos, se ve reflejado de varias maneras:
1. Abstencionismo elevado en países en el que el voto con no es obligatorio. En Colombia hemos alcanzado cifras entre el 40% y el 60%. Vergonzoso.
2. La ciudadanía cada vez se organiza más, en redes sociales y en la calle, crea sus propias organizaciones para ejercer control político, generar acciones, para presionar decisiones o para exigir resultados a los dirigentes.
Cada vez confiamos menos en la política tradicional y buscamos alternativas para ejercer la política y ser responsables de nuestro destino, ese es un hecho.
- ¿Qué buscan, o priorizan, hoy los ciudadanos a la hora de votar?
- Cada vez más hay ciudadanos que priorizan sus necesidades y la compatibilidad en valores que tienen con un candidato, pero no les mentiré, hago lo que hago, mi misión es empoderar a la ciudadanía y promover su participación.
Precisamente porque lo que se refleja en las urnas es algo totalmente diferente y de eso se aprovechan los politiqueros. Se aprovechan de las necesidades; no para resolverlas a largo plazo y de manera definitiva, sino para cambiar “favores” (una comida, una solución pasajera) por votos, como pasa en países como Colombia, en los que el voto no es obligatorio y en los que una minoría se beneficia de la mayoría más pobre.
- ¿Qué es lo que genera el "fanatismo" en los seguidores de un partido político?
- En definitiva el fanatismo de izquierda o de derecha parte de la poca capacidad de análisis y discernimiento que se nos enseña en la escuela.
Nuestro precario modelo educativo, en el que nos educan para seguir ordenes, en el que estamos subordinados a una autoridad personificada por un maestro incuestionable.
Nos preparan para el trabajo, nos preparan para seguir como borregos y no para cuestionar y, mucho menos, para argumentar. Es nuestro modelo educativo, entre todos nuestros males, el peor.
Cuando eduquemos niños y niñas libres, que ataquen las ideas y no a las personas, que respeten la diferencia y, por ende, reconozcan al otro; seguro todo será diferente.