Todavía estamos lejos

Análisis
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Por Mariano Berro: Coach Ontológico, especializado en entrenamiento de líderes y equipos. Consultor Político con experiencia en diferentes procesos latinoamericanos. "Los nuevos tiempos requieren nuevas herramientas para lograr la transformación."

El mundo cambia. Nosotros también cambiamos. A su vez, hemos sido creadores de muchos de esos cambios. Algunos muy buenos, otros no tanto.

Vivimos la década de los ´80 y los ´90 con determinados valores, determinadas ideas, determinadas aspiraciones donde se basaban en poder, dinero y fama. Los grandes empresarios, los grandes magnates, las ostentaciones, esa competencia brutal por saber quién tenía más. En Argentina se resume muy bien con la frase “pizza y champagne”, en Punta del Este serían las fiestas de Scarpa donde todos querían estar.

Los avances que han logrado nuestras generaciones especialmente en todo lo que respecta a ciencia y tecnología fueron trascendentales para el estilo de vida que hoy llevamos y disfrutamos en diferentes aspectos. Hemos sido creadores de un brutal cambio en muy poco tiempo, casi ni nos dimos cuenta.

Así como nunca imaginamos vivir una pandemia en nuestra era, creíamos que las guerras eran solo en medio oriente y estaba todo controlado. También crecimos y nos formamos en un mundo donde la arrogancia estaba hasta bien vista según de quien viniera, como si algunos se hubiesen ganado el derecho.

También decidimos creer que las democracias en general estaban firmes como para que nada nos perturbe. Elegimos ser también meros espectadores y lamento decirles, lo seguimos siendo. Los líderes que creamos en ese mundo fueron útiles para determinados aspectos pero eso mismo en forma desmedida y para peor elogiada y fuente de inspiración.

 Hoy sin darnos cuenta hay una generación que está inmersa en nuestras familias, en nuestros sistemas de enseñanza, que es nativa digital. Los nativos digitales son aquellos que nacieron con la tecnología, que la manejan desde tan temprana edad. Nosotros nos seguimos sorprendiendo como si aquel integrante de nuestra familia fuera un superdotado, sin mirar que todos lo hacen.

Los líderes que se formaron en nuestras generaciones tenían un estilo y una forma de manejarse. Se forjaron en ese contexto, con esas aspiraciones, ser parte para ellos era entrar en los círculos de élite y fiestas sociales. Nuestros líderes políticos eran valorados por determinadas características y todo estuvo condicionado por esa etapa.

Hemos entrado, también sin darnos cuenta, en una nueva era. En una nueva evolución de nuestra especie, donde nuevamente, aparece la arrogancia. Creímos estar totalmente desarrollados, pero no es así. Los nativos digitales tienen un cerebro diferente al nuestro. Por tener contacto con la tecnología desde su nacimiento y ser parte de su día a día, se pudo comprobar que tiene nuevos circuitos desarrollados y vienen con características propias que nosotros no tenemos.

Estos nativos digitales vienen con otro cableado y ya están siendo educados por nuestros sistemas de enseñanza. Y que está ocurriendo? La llamada brecha digital.

La brecha digital hace referencia a la desigualdad entre las personas que pueden tener acceso o conocimiento en relación a las nuevas tecnologías y las que no.

 Seguimos creyendo en muchos aspectos que las viejas herramientas sirven para los nuevos tiempos.

 Si todo avanza: ¿cómo no lo vimos venir? ¿Creemos que los viejos liderazgos son útiles en estos tiempos? ¿No han cambiado las cualidades que debe tener un líder?

 Hemos permitido mucho ser espectadores. Y cuando digo hemos es porque debemos dejar de culpar a otros y empezar a actuar. Hoy es necesario involucrarse y colaborar.

 Los ciudadanos tenemos que ser parte de esta transformación. Estos nativos digitales tienen características propias. No conciben no tener acceso al mundo, están conectados, son más colaborativos, son más visuales, altamente creativos, solo por nombrar algunas.

 Hemos permitido polarizaciones, enfrentamientos, fomentamos e idolatramos populismos o dictaduras. Nos hemos callado mucho tiempo y de hecho se sigue callando mucho y haciendo poco. Hay una guerra que sigue en pie y casi no es noticia y con grandes líderes nunca terminan de plantarse firme.

 Los nativos digitales utilizan las palabras con otros significados que nosotros manejamos. Para ellos involucrarse, conectarse, comunidad, entre muchas otras las trabajan de manera diferente. Tienen formas y medios de comunicarse diferentes. Están cambiado la forma de comunicarse. Se están involucrando desde chicos a distintas causas que consideran justas.

 Se imaginan, si nosotros fuimos capaces de lograr los avances que logramos, esta nueva evolución de nuestra especie, que nace casi que programando, todo lo que puede llegar a crear? No hemos tomado consciencia.

 Ya están de a poquito comenzando a integrarse al mercado laboral. Nuestras organizaciones están preparadas para recibir a los nativos digitales? Los líderes de las empresas, organizaciones y en la política, están preparados para lograr de la mejor manera esa integración de los nativos digitales a los distintos mercados? Debemos entrenarlos para las demandas del futuro, saber hacia dónde vamos. Formar líderes transformadores para esta nueva etapa de nuestra especie.

 El desarrollo personal, la inteligencia social y habilidades sociales, el manejo y el contagio emocional, liderar con preguntas, son claves en esta nueva era. Esa transición que algunos poquitos comenzaron pero sin duda todavía estamos lejos.

 Definitivamente debemos reconciliarnos con la realidad.

 

 

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