Brasil rumbo a la segunda vuelta con un clima de incertidumbre

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La elección presidencial del pasado 2 de octubre fue más pareja de lo que esperaban la mayoría de las encuestadoras, el expresidente Lula Da Silva alcanzó el 48,5% de los votos, mientras que el actual presidente Jair Bolsonaro llegó al 43%, mientras que los demás partidos quedaron muy lejos.  Los dos candidatos deberán enfrentarse en una segunda vuelta el 30 de octubre próximo.

De cara al Ballotage Lula utilizará a su candidato a vicepresidente Geraldo Alckmin como manera de atraer a votantes de partidos clásicos como el PSDB o el MDB, y también como articulador con sectores que históricamente apoyaron a Alckmin como los medios de comunicación, empresarios y el campo.

Bolsonaro este mes tiene como principal y único objetivo captar todos los votos anti PT que existen en Brasil, tanto por derecha articulando con gobernadores conservadores, como por izquierda acercándose al entorno de Ciro Gomes y replicando a Lula por su ortodoxa gestión económica en sus gobiernos.

El error de las encuestas fue para muchos la gran noticia de la elección del domingo, durante la última semana de campaña la mayoría de éstas coincidía que Lula ganaría en primera vuelta y que el actual presidente no alcanzaría el 40% de los votos, ninguna de las dos proyecciones se  cumplieron. Las principales consultoras se defendieron diciendo que trabajan con datos demográficos muy antiguos, recordando que Bolsonaro en 2020 suspendió el censo que debía realizarse, por lo cual hoy nadie sabe realmente el número exacto de ciudadanos que vive en cada estado de Brasil.

El aumento de la ayuda social explica el voto masivo a Bolsonaro en lugares como Río de Janeiro o en los estados ubicados en el centro del país, mientras que la baja de la inflación y el abaratamiento del precio del combustible es la principal razón de la victoria del presidente en estados como Sao Paulo y los ubicados en el sur del país.

Como dato de color, nunca en Brasil quien ganó la primera vuelta perdió en la segunda, el caso que más se aproxima a una derrota es en la elección presidencial del 2014 donde todavía con un bipartidismo muy fuerte Dilma Rousseff superó en primera vuelta por casi 10 puntos al socialdemócrata Aecio Neves y en el ballotage la entonces presidenta tuvo que sufrir para derrotar al candidato del PSDB por tan sólo 2 puntos.

El ex presidente Lula Da Silva tiene como estadística favorable que tanto en el ballotage del 2002 como en el del 2006 su candidatura logró superar el 60% de los votos, algo que en este escenario parece poco probable. El techo electoral del PT hoy parece estar más cerca del 51% de Dilma en 2014 que del el 62% de Lula 2002.

El actual presidente no pudo conseguir el apoyo de los candidatos a presidentes que quedaron fuera de la segunda vuelta, pero sí consiguió algo que no es nada despreciable, el apoyo de los gobernadores de los 3 estados más grandes de Brasil, el presidente logró que los gobernadores de Minas Gerais, Sao Paulo y Río de Janeiro apoyen abiertamente su candidatura a la reelección.

En lo que queda de campaña ambos candidatos buscarán conseguir votos de los sectores religiosos. Lula Da Silva ya sabe que el voto evangélico está totalmente inclinado hacia el hoy presidente Bolsonaro , por su parte el candidato del PT tiene asegurado el voto de las personas más reticentes a la religión ,  entre ambos candidatos se disputarán hasta último momento al importante sector de católicos que hay en Brasil.

Los candidatos que salieron en tercer y cuarto lugar han decidido apoyar públicamente la candidatura de Lula de cara a el ballotage, algo previsible para todo el sistema político ya que tanto Ciro Gomes como el MDB son ex aliados del PT, aunque los candidatos no tienen una buena relación personal con el expresidente Lula.

Durante toda la campaña Ciro Gomes negó el rumor que afirmaba que ocuparía un ministerio en el caso de la victoria de Lula, el ex candidato fue Ministro de Desarrollo Social durante el primer gobierno de Lula, además de uno de los ideólogos del plan Real durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso en los años 90.

La ex candidata Simone Tebet pertenece al ala del MDB más alejada del PT, Tebet siempre tuvo una mirada crítica sobre los gobiernos de Lula y Dilma. Dentro del MDB existe un ala más cercana a Lula que ya le habría acercado nombre de posibles ministros al candidato del PT, estos dirigentes tienen una buena relación con el candidato. Según los medios brasileños esa ala del MDB le ofreció por ejemplo al liberal Henrique Meirelles como Ministro de Economía y nombres del establishment para ocupar ministerios como agricultura.

Jair Bolsonaro logró ganar en 2018   la presidencia de Brasil en segunda vuelta con el 55% de los votos, en ese ballotage el hoy presidente consiguió 6 millones de votos más que los obtenidos el domingo pasado, datos que muestran que Bolsonaro técnicamente todavía no tocó su techo.  La comparación con la elección anterior también deja como dato que el PT consiguió este 2022 en primera vuelta casi 10 millones de votos más que los obtenidos en el ballotage del 2018, motivo por el cual el ganador de la elección del 30 de octubre no está definido.

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