“Una democracia auténtica precisa de unos medios de comunicación independientes”.
Inicio esta primera participación con lo que considero parte de mi esencia: “el escepticismo”, y lo hago con el siguiente planteamiento ¿podemos distinguir entre los medios de comunicación que sirven como instrumento de información e instrucción, de los que sirven como medios de manipulación y adiestramiento?
La línea es muy delgada, lamentablemente esta situación no es privativa de los medios tradicionales periódico, radio y televisión, también se ha permeado en los distintos medios digitales como blogs, sitios web, portales y redes sociales.
Aplaudo esta iniciativa de crear espacios y buscar alternativas para regresar la esencia en la labor de informar y comunicar. Es un gusto formar parte de este proyecto, dónde no se dicta una línea editorial ni se condiciona la libertad de expresión. La colaboración es voluntaria para garantizar la libertad al opinar y a la vez existe la obligación moral de la objetividad y veracidad.
Es necesario estar informados, pero muy diferente es que nos hagan sentir que todo lo que dicen los medios es verdad. Muchas veces no entendemos o no comprendemos que la mayoría de esas imágenes y opiniones son irreales, forman parte de una maquinaria tan profunda que en ocasiones responde a los intereses de los gobiernos (en los 3 niveles) en turno o bien de otros grupos de poder, pero también funciona a la inversa y los gobiernos responden a los intereses de los medios de comunicación, dando legitimidad al círculo vicioso.
Esto en la práctica se traduce en minimizar, magnificar o criticar sin fundamento alguna situación y en ocasiones en un alarmante silencio y ausencia de cobertura en sucesos importantes. Los medios deben presentar la realidad como es, no la realidad que más convenga a los bolsillos.
La manipulación existe, por eso es imperioso que los medios busquen a toda costa la imparcialidad y objetividad, para brindar a los ciudadanos diferentes puntos de vista, pero si ellos no lo hacen tenemos la libertad de cuestionar toda la informaciónque recibimos, el 4º poder tiene un compromiso social: ser un arma en contra de la corrupción no contra la ciudadanía.
Existen muchos dilemas éticos, mismos que sólo se resuelven, valga la redundancia con la puesta en práctica de valores éticos y morales. Los medios deben cumplir con la función de un servicio público, pero algunos pareciera que no le hacen al público ningún servicio.
Concluyo este artículo a la manera de Stéphane Hessel: “una democracia auténtica precisa de unos medios de comunicación independientes”.
Habrá quienes se identifiquen con mis opiniones, habrá quienes discrepen, la tarea de ustedes es discernir, yo simplemente les dejo mi comentario al margen.