América Latina superó este sábado los 10 millones de casos de coronavirus y Brasil rebasó las 150.000 muertes. La región es la más afectada del mundo por la pandemia, que avanza rápido en India y en Europa, donde las restricciones aumentaron este fin de semana.
Según un recuento de la AFP realizado a partir de fuentes oficiales este sábado, en América Latina y el Caribe se contabilizaron 10.035.934 contagios, 367.358 de los cuales se tradujeron en muertes.
Brasil, que concentra más de la mitad de las infecciones en la región, cruzó la barrera de los 150.000 muertos de COVID-19, que retrocede lentamente mientras la población acelera el retorno a una riesgosa normalidad.
Detrás de Brasil (5.055.888 contagios y 150.198 muertos) le siguen en casos Colombia (894.300; 27.495 decesos), Argentina (871.455; 23.225 muertes) y Perú (843.355; 33.158 fallecimientos).
Perú es el país con la mayor tasa de mortalidad del mundo en proporción a su población, con 101 muertos por cada 100.000 habitantes.
Pese a estas cifras, siete sitios arqueológicos de la región andina de Cusco abrirán a partir del 15 de octubre tras estar siete meses cerrados, y en noviembre reabrirá la ciudadela inca de Machu Picchu, joya del turismo peruano.
En Argentina se prorrogó el aislamiento obligatorio hasta el 25 de octubre en una jornada con récord de 515 fallecidos y 15.009 contagios de COVID-19.
"Es como si bajaras del Himalaya a Los Alpes, es decir, continúas en una montaña", dijo a la AFP el investigador de la Sociedad Brasileña de Infectología José David Urbáez.
Latinoamérica y el Caribe sufrirán "el peor impacto económico y en salud" de todo el mundo por la pandemia y se prevé un retroceso del PIB de 7,9% en 2020, alertó el viernes el Banco Mundial (BM).
"El número de muertos por millón de personas (en América Latina) es tan alto como en las economías avanzadas, si no más, pero los recursos disponibles para hacer frente al golpe son mucho más restringidos", indicó el BM en un reporte.
- Aumentan restricciones en Europa -
En todo el mundo, la pandemia ha provocado al menos un millón de muertos y unos 37 millones de contagios desde diciembre, según cifras de la AFP.
Estados Unidos es el país más castigado del mundo por esta pandemia, con más de 213.000 fallecidos y 7,6 millones de contagios. Cada día mueren en ese país cerca de 1.000 personas por el virus, según las cifras oficiales.
India, con 7,05 millones de casos, le pisa los talones a Estados Unidos, aunque registra menos fallecidos, 109.334. Pero expertos advierten que las cifras reales podrían ser muy superior.
En la última semana, la situación también empeoró notablemente en Europa, que registró un aumento del 28% en el número de contagios. En total, el continente ya supera los 6,2 millones de casos y los 240.000 fallecidos.
El virus se ceba en países como España, donde el gobierno decretó el estado de alarma en Madrid para frenar los contagios, después de días de profundas desavenencias entre el gobierno central, de izquierda, y el ejecutivo regional, de talante conservador.
Al menos durante 14 días, los 4,5 millones de habitantes de Madrid y algunos municipios vecinos deberán respetar un confinamiento parcial. Es decir, pueden pasear, comprar en el supermercado o comer en un restaurante, pero dentro de la zona delimitada, de la que podrán salir para ir a trabajar o al médico.
En Alemania, Berlín registra desde hace días más de 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, lo que la torna "zona de riesgo". A modo de comparación, en Madrid se superan actualmente los 560 contagios por cada 100.000 habitantes.
Para frenar la propagación de la pandemia, Berlín y otras grandes ciudades, como Fráncfort y Colonia, adoptaron restricciones nocturnas, que incluye desde este fin de semana el cierre de bares y restaurantes desde las 22H00 o 23H00 hasta las 06H00.
Pero las voces disonantes a las medidas no cesan. En Italia, primer foco del virus en Europa que ya superó los 36.000 muertos y roza los 350.000 casos, cientos de personas, entre ellas neofascistas, antivacunas y complotistas, participaron en dos manifestaciones el sábado en Roma contra el uso obligatorio de mascarilla.
Ante el alza de contagios, el gobierno italiano impuso como obligatorio el uso de tapabocas al aire libre y prolongó el estado de emergencia hasta el 31 de enero.
Para evitar el incumplimiento de restricciones, en Irán se decidió multar a los habitantes de Teherán que no respeten sobre todo el uso de mascarilla. (I)