Alrededor del 10 por ciento de los conflictos se deben a una diferencia de opinión; el otro 90 por ciento, a un tono de voz equivocado.
¿Te has preguntado por qué el ritmo y tono de voz es importante en la comunicación efectiva de un mensaje? Pongamos de ejemplo un salón de clases. Cuántas veces no quisiste salir huyendo de alguna cátedra porque te resultaba aburrida. Tal vez lo molesto no era el tema si no la manera de explicar del profesor.
Así como el discurso no sólo incluye la comunicación verbal si no también la no verbal, la voz tiene un papel importante en la transmisión de un mensaje. Estudios indican que captamos el 7 por ciento del mensaje por las palabras, el 38 por ciento por las características de la voz y el 55 por ciento por el lenguaje corporal.
El ser humano no sólo se expresa mediante palabras, se apoya en sus gestos y las modulaciones de su voz, lo que implica que una escucha activa se mantenga atenta a dos factores: el lenguaje corporal y el tono de voz.
Seguramente te habrás dado cuenta que cuando pides un favor, el tono de voz que usas es más dulce y suave que si das una orden, en ese caso el volumen puede elevarse y llegar a ser amenazante. Mediante las diferentes modulaciones de la voz como el nivel de entonación, las pausas o el alargamiento de palabras podemos entender el significado de un mensaje.
Identificamos como características principales de la voz: el ritmo, que se refiere al número de palabras por emisión (el promedio por segundo es de dos palabras); la tonalidad, relacionado con emociones y sensaciones (una tonalidad titubeante, por ejemplo, nos transmite inseguridad); y la intensidad, el volumen del sonido (dependiendo de la intensidad se refleja la intención de un mensaje).
Estudios sobre las principales emociones que manifestamos mediante las características de la voz revelan lo siguiente:
- La tristeza: un volumen bajo y un tono solemne.
- La alegría: un volumen alto, un tono duro y mayor ritmo.
- El desinterés: un volumen y un ritmo bajo.
- El nerviosismo: tono medio-alto y velocidad rápida.
- La sorpresa: velocidad rápida, tono alto y acentuación pronunciada.
- La confianza: volumen alto, ritmo medio y voz decidida.