De las cosas más importantes a la hora de afrontar una elección es tener una correcta interpretación del contexto en el cual se está o estará desarrollando la campaña.
El diccionario de la Real Academia define la palabra contexto en: “Entorno físico o de situación, político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el que se considera un hecho”, mientras que el diccionario de Oxford nos ofrece una más allegada al objetivo de este artículo, “Conjunto de circunstancias que rodean una situación y sin las cuales no se puede comprender correctamente”.
Sorprende como en ocasiones algunos candidatos tienden a confundir deseo con realidad, justamente porque no tienen una correcta interpretación del contexto sobre el que se están moviendo; con el agravante que, con lo convulsionado que se encuentra el mundo, las sociedades están cambiando, pero esos candidatos se anclan en sus deseos y por ello tienen una errónea lectura del contexto que los lleva a obtener los resultados electorales no deseados.
Observando los procesos electorales en Chile, Perú, Costa Rica y el más reciente en Colombia, se evidencia que los ciudadanos han llegado a altos niveles de hartazgo con sus gobiernos, y por ello votan por opciones que van contra el statu quo. Las señales estaban allí, pero, muchos dirigentes no las vieron, porque se negaron a observar; o, peor aún, se siguen negando a analizarlas.
Los estudios de Latinobarómetro han informado desde hace varios años, que la democracia en la región ha perdido apoyo y en los últimos 24 años cae en 16%. Más grave aún, la indiferencia, ante el tipo de régimen de Estado, ha crecido un 11% en los últimos años.
En el caso de Panamá es más dramático, en 2009 el 64% de los panameños apoyaba la democracia, hoy, trece años después, apenas el 35% la respalda, es decir, una pérdida de apoyo del 29%. Situación que contrasta con el actuar de algunos dirigentes políticos que, pareciera, no están conscientes de la realidad de esta situación. La pregunta que surge es, ¿Que 7 de cada 10 panameños no apoyen la democracia tendrá incidencia en la elección para el 2024?
Las protestas sucedidas entre 2019 y 2021 en Chile, Colombia, Ecuador, y Perú este año, son un claro síntoma de que los ciudadanos siente que la democracia no les está dando respuesta a sus necesidades; que no logran sentir esperanza de un futuro mejor. Este ha sido otro llamado de atención para muchos líderes políticos que no están prestando atención, a pesar de lo alto y fuerte que los ciudadanos han alzado su voz.
A ese elemento llamado “contexto” se deben sumar otros componentes relevantes que inciden en el éxito de un proceso electoral; por ejemplo, el económico es fundamental, pero, a veces se comete el error de estudiar un solo lado de la moneda, es decir, ver las cifras macroeconómicas, las que sin duda son importantes, pero, hay que validar y detallar las cifras microeconómicas, pues ellas reflejan el día a día de las mayorías.
Otro punto importante es la historia política y social del país o región. En muchas ocasiones el pasado permite analizar el cómo y el por qué se llegó al momento histórico actual, permitiendo con ello ampliar y contextualizar el presente.
También tenemos los usos, costumbres y tradiciones; la geografía; el clima, como elementos con influencia determinadora en la conformación de comportamientos que tendrán impacto en los valores, actitudes y expectativas de los electores.
En general, estudiar, analizar y entender este cúmulo de elementos y variables permite generar una visión clara sobre el contexto, dejando de lado las especulaciones formadas entre deseos y realidades.
Solo teniendo esa claridad en los elementos de contextualización claves para el desarrollo de la estrategia, adicional al inventario de los recursos, humanos y económicos, para la estructuración de una propuesta diferenciadora de los demás candidatos, aunado a la planificación de los canales, formas y lenguaje indicados para conectar con los electores y se puede llegar a un objetivo exitoso tanto para el candidato como para los ciudadanos.
Una clara lectura del contexto ayudará a encontrar o a construir, el “momentum”, es decir, establecer cuándo están dadas las condiciones para ejecutar acciones tácticas previstas en el plan estratégico y que tendrán la mayor rentabilidad con la menor inversión.
En general, el contexto no son ideas sueltas producto de conversaciones informales; no, el contexto se estudia, se analiza, se investiga detalladamente. De nueva vuelta, el confundir deseos con realidades genera una incorrecta lectura del contexto, y fácilmente puede llevar a una estrepitosa derrota electoral.