La oratoria es la capacidad comunicativa que permite hablar con elocuencia ante un auditorio, tanto en exposiciones, charlas o entrevistas de trabajo.
El cultivar la oratoria en tu forma de vida, puede llevarte a otros niveles de razonamiento, que ayudará no solo a expresar tus pensamientos con firmeza y convicción para quienes escuchan, sino que te abrirá nuevas puertas a mejores condiciones de vida: no hay persona que domine el arte de la elocuencia que no haya dejado una huella en la humanidad.
Procedamos:
Preparación
Uno de los problemas más comunes en la mayoría de los oradores, es que minutos antes de exposición, tienen mucha ansiedad. Aquí te damos algunas recomendaciones sobre eso:
- Procurá tener un sueño reparador
- No consumás alimentos que te produzcan gases.
- Tomáte 10 minutos para relajarte, estirá tu cuerpo sobretodo en zonas como el cuello y la espalda
- Revisá los archivos y herramientas que usarás en la presentación (Power Point, Prezzi, objetos) para que no te tome por sorpresa algún imprevisto al frente del público que te descontrole.
- Tené un vaso de agua a mano para disimular pausas nerviosas y para mantener la calma “distrayéndote” en una acción mecánica.
Esto posiblemente no haga diferencia para quien te escucha, pero para vos y tu presentación sí.
El comienzo
Comenzá tu discurso de una manera distinta, con alguna anécdota, refrán o algo referente al tema que vas a exponer. Verás como tu público se relaja y predispone positivamente a escucharte. Creá eexpectativa de alguna forma; trabajá el tema de la forma más creativa que podás.
El vocabulario
- El poseer un vocabulario rico y amplio es una gran ventaja para comunicar. Usá sinónimos, hacé énfasis donde creas conveniente o en las ideas en las que querrás imprimir más fuerza; hacer énfasis es una forma de forzar el impacto.
- No usés palabras de las que no estés seguro de su significado o que no “cuadren” en el contexto; incluso poné atención al ensayar la presentación en voz alta y preguntáte ¿se entiende la idea oralmente? (hay frases o ideas que por escritas se entienden a la perfección, pero en voz alta pueden confundir a la audiencia porque son muy largas o muy complejas en construcción).
El uso del espacio
Desplazáte con soltura y libertad por el escenario, de forma que tengás un contacto más íntimo con el público.
Evitá situarte detrás de escritorios, sillas o cualquier otro mueble que impida la visión de todo tu cuerpo.
Evitá, en lo posible, movimientos sin sentido, demuestran nerviosísimo y esto desconcentra al auditorio.
El uso de la voz
Para esto practicá previamente en tu casa el volumen de tu voz, para conocer su alcance en lugares más espaciados o en sitios de tamaño reducido. Una buena pronunciación y vocalización para ser comprendido claramente, son la clave del éxito de tu exposición.
Los gestos conscientes
“No sólo es saber lo que dices, sino, cómo lo dices.” Es frecuente que un orador no le de tanta importancia, a sus ademanes, pero lo cierto es que estos gestos sí producen un efecto en el público.
El contacto visual
El contacto visual constante y permanente con todos y cada uno de los presentes, es una regla importantísima para el orador. Más que un protocolo, es un acto muy significativo, porque permite que el espectador mantenga su atención en la disertación.
El uso del powerpoint
Una presentación en Power Point, o en cualquier otro soporte debe ser meramente un complemento del discurso, pero nunca el discurso en sí.
Imágenes ilustrativas que sirvan de impulso y apoyo en tu disertación, pero en definitiva nada de textos largos, dan muy mala impresión.
El auditorio
Conocé a tu público y hablale en un lenguaje que ellos puedan entender y que sea agradable para ellos. Esto te permitirá conectar mejor con ellos.
Vos
No trates de parecer ser alguien que no sos, para impresionar al público, ellos valorarán el hecho de que seas sincero y auténtico, así de simple.