El domingo pasado los conservadores del PP consiguieron quedarse con la gobernación de Andalucía con mayoría absoluta con casi el 45 % de los votos en una tierra tradicionalmente socialista, una de las claves de la campaña fue esconder las siglas de su partido el PP, tomando como marca a promocionar el nombre de pila del candidato que logró la reelección, ocupando la centralidad de los carteles y publicidades. En una pequeña esquina inferior, aparece el logo de su partido.
Juan Manuel Moreno gobierna Andalucía desde 2018, es el primer no socialista que gobierna esa tierra en más de 50 años, su estrategia en esta campaña se centró en la cercanía, escondiendo las siglas y colores de su partido el PP, remarcando durante la campaña su sobrenombre “Juanma” y autodefiniéndose como el “voto útil”. El líder del PP nacional Alberto Feijóo aprobó la maniobra de Moreno de regionalizar la campaña “Nuestro objetivo y en este caso el de Juanma es poder convencer a los votantes liberales de centro y a los socialistas moderados a los que todavía les da pudor votar al Partido Popular” afirmó Feijóo.
El histórico azul de los conservadores populares en Andalucía pareció no existir en la campaña, Moreno se abrazó al verde andaluz, color de la bandera de la región con mensajes desideologizados como “Andalucía avanza”, “Juanma Presidente” o “El cambio funciona”. La estrategia le sirvió a Moreno para diferenciarse de los demás candidatos que compitieron con él, los cuales se abrazaron a las siglas y colores de sus partidos ya consolidados.
Las críticas del Partido Socialista, su principal rival en la elección no tardaron en llegar “El candidato independiente Moreno quiere esconder las siglas de su partido, no hay PP ni azul por ninguna parte, parece un independiente” dijo la vicesecretaria del PSOE andaluz, Ángeles Férriz , quien además afirmó “No es sólo el ocultar la marca de su propio partido , es una apuesta de Moreno por una campaña sin ideología”. La estrategia del candidato Socialista Juan Espadas quien salió segundo detrás de Moreno se asemejó más a las tradicionales, con banderas socialistas incluidas y apostando más por el rojo, debido entre otras cosas a su bajo nivel de conocimiento en la población.
Esta estrategia de comunicación política de esconder al partido, regionalizando y desideologizando que usó Moreno para la elección no es nueva para los populares, ya lo habían hecho en la última elección en Galicia durante el 2020, donde también lograron el triunfo. Además, el propio Juan Manuel Moreno no sólo no esconde la estrategia, sino que la defiende: "En Andalucía es mucho más fácil para las personas votar a Juanma Moreno que votar al PP o a candidatos conservadores" afirmó el ganador de las elecciones del domingo pasado.
Moreno encaró la campaña convencido de que su imagen pública de político moderado, eficiente y de perfil amable le da una aprobación con la cual no necesita el apoyo de las siglas de un partido tan importante y conocido como el PP. “Juanma” mismo había definido en el último debate a su partido diciendo “El PP andaluz que yo lidero es un partido desideologizado, sereno, transversal y que gobierna para todos”.