La competencia electoral es asimétrica. Pero no por las razones que todo el mundo se repite. La asimetría está en la causa. Morena en su discurso y en su estrategia, sigue luchando por cambiar las cosas, por construir un proyecto, la oposición lucha por detenerlo. Ahí está la gran ventaja de Morena. Es como en el futbol. La mayor parte de las veces el equipo que busca el gol vence al que sale sólo a resistir.
Desde 2018 se han renovado 30 autoridades estatales. Con excepción de Guanajuato, todas las que ha ganado la opo lo hizo compitiendo por el cambio, proponiendo el partido. Con personas externas a las élites gobernantes y con discursos que no se oponen, sino que compiten con la transformación que propone el presidente.
En Aguascalientes y Chihuahua, Tere Jiménez y Maru Campos vencieron al establecimiento desde la contienda interna. Ninguna fue ungida por su gobernador, ambas tuvieron que competir contra el patriarcado local. Ambas mostraron mayor sensibilidad social, hablaron de desigualdad y de inclusión, no sólo de desarrollo económico. Hablaron, y sobre todo Tere, de resolver la seguridad desde la reconstrucción del tejido social, desde los abrazos. Tere, cuyo caso conozco de primera mano, ganó con mucho más que con el voto tradicional panista, ganó con el voto popular, con el voto de AMLO.
En este momento, nadie compite por el cambio como lo hace Samuel. Compite desde las formas, con su innovadora y eficiente utilización de las redes sociales. Compite en las acciones populares y en los símbolos, apropiándose de las causas que el Presidente ha abandonado como la vacunación a menores de edad. Compite en la humildad de AMLO, aceptando públicamente sus errores, corrigiendo el rumbo y cuando ha podido, reparando el daño. Su estilo y discurso lo insertan junto con Bukele y Boric en la nueva ola de líderes post-populistas, que está emergiendo en latinoamérica.
Mauricio Vila, le ganó al PRI con un discurso de cambio y ha mantenido la hegemonía electoral y los primeros lugares de popularidad entre mandatarios estatales, gracias a que entendió lo que significó el voto cruzado; al menos un 20% de sus electores votaron por AMLO. Compite en austeridad, el primer día de gobierno devolvió 500 autos que había comprado la administración anterior. Compite con y no contra las obras de AMLO; utiliza al tren maya para promover la inversión, el empleo y el desarrollo de sus electores. Compite en su presencia constante con el pueblo; en todos los momentos difíciles que ha vivido Yucatán bajo su mandato (inundaciones, pandemia, escándalos, etcétera) Vila ha dado la cara, ha estado presente.Compite en las causas que llevaron a Andrés a la presidencia.
Similar es el caso de Enrique Alfaro, la compilación contra AMLO por el voto antipri y antipan. Ganó con voto cruzado. También se hace presente y da la cara, como cuando los atlistas fueron agredidos en Querétaro. También se presentará el avance de Morena en la intermedia y lo más difícil, se creará una identidad de gobierno propia, por fuera de la polarización “izquierda-derecha” que se ha venido consolidando.
Mauricio Kuri y Diego Sinhue ganaron en estados donde el PAN compite con buenos resultados en política social. Se trata de lugares donde el desarrollo económico, si bien sigue siendo desigual, ha contribuido a reducir la pobreza significativamente y no sólo a enriquecer a las élites locales. Particularmente Kuri, desde la campaña ha mantenido un discurso medido en contra de AMLO y al igual que su tocayo Vila, ha enviado constantes mensajes y muestras de conciliación y colaboración con el régimen.
Villegas es el primer priísta que gana una elección de gobernador desde 2017. El puro hecho de ser candidato de un partido distinto al partido en gobierno, ya nos habla de cambio. Al igual que Tere y Maru, Esteban Villegas no representa a la misma élite destacada. Villegas igual que todas y todos los demás es producto de la política local. Con excepción de Samuel, que fue coordinador del grupo parlamentario de MC en el congreso local, el resto fueron presidentes y presidentes municipales en las zonas urbanas más importantes de sus estados. Y todas lo hicieron bien.
La lección es muy sencilla: Lo primero en lo que hay que lograr simetría es en la causa, después en las personas, luego en los resultados, y ya al final, hablamos de la mañanera, del uso indebido de recursos públicos y de la movilización con programas sociales. Primero hay que anotar gol y luego salir a defender el marcador.
