Para lograr un buen posicionamiento, hay que revisar diversos elementos en la imagen del candidato.
Mientras que los ciudadanos no tienen muchos elementos para saber si el programa del candidato se pueden o no cumplir, las características personales del mismo, verbigracia su apariencia, son rasgos que podrían ser considerados determinantes y de gran utilidad para los electores al momento de tomar una decisión en la urna.
En consecuencia es válido preguntar: ¿Qué tanto importa la imagen en campaña?
A partir de las experiencias y conocimientos pre-existentes, así como de los diversos estímulos que reciben los votantes (mensajes, imágenes, etc) se forma una opinión acerca de un candidato. Si un personaje político no hace primero un buen trabajo de posicionamiento factible y, después no mantiene una imagen congruente, estará socavando su credibilidad y sus posibilidades de triunfar.
La preparación y el tiempo son la base para construir una buena imagen política, para lograr un buen posicionamiento, hay que revisar diversos elementos en la imagen del candidato:
-Su oratoria: ¿Tiene una buena dicción? ¿Tiene un timbre agradable? ¿Sabe modular la voz o tiene un discurso plano, sin color? ¿Sabe improvisar?
-Su apariencia: ¿Qué edad aparenta? ¿Sería mejor si luciera mayor o más joven? ¿Hay congruencia entre su edad y su estilo, su vocabulario, su gestualidad? ¿El status que proyecta es adecuado para sus votantes potenciales o habría que cambiarlo para lograr mayor credibilidad?
Sus gestos: ¿Parece una persona cálida, interesada en los demás, o más bien fría? ¿Hace algún gesto con sus ojos sus manos, brazos o piernas repetitivas, que sea inapropiado o lo haga lucir inseguro o arrogante? ¿Su saludo de mano es agradable y cálido o más bien desagradable? ¿Posee una buena sonrisa, con unos labios y dientes atractivos? ¿Le saca partido a las fortalezas y sabe disimular los defectos de su rostro?
Sus modales: ¿Tiene buenos modales en general? ¿Es puntual y servicial? ¿Cómo se conduce en la mesa? ¿Interrumpe a las otras personas al hablar? ¿Se distrae fácilmente en eventos públicos? ¿Pierde la concentración y parece desatento?
Su vestuario: ¿Ha adquirido un estilo propio? ¿Usa colores, cortes y diseños que le favorecen, disimulando los defectos que pudieran tener la morfología y/o las medidas de su cuerpo?
Mientras más profundas sean las modificaciones que deban realizarse mayor es el tiempo requerido, y el entrenamiento del candidato será eficaz dependiendo de los diferentes aspectos que conlleven a configurar una adecuada imagen pública.
Entre los principales servicios de asesorías se encuentran: Media y Message Training(Entrenamientos especializado para que el candidato aprenda a desenvolverse en los medios de comunicación); Perfeccionamiento de expresión oral (dicción, ritmo, tono, etc.); Perfeccionamiento habilidades histriónicas y expresión corporal (Desde aprender a caminar, a saludar, a controlar los nervios hasta aprender a adaptar el discurso al tamaño y tipo de público, expresión corporal, habilidades actorales, etc); Entrenamiento físico y sesiones fotográficas.
