Movilización emocional: convirtiendo a los ciudadanos en protagonistas de la campaña

En Campaña
Tipografía
  • Muy Pequeño Pequeño Mediano Grande Muy Grande
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

En un mundo que cada día desconfía más de los políticos, necesitamos la fuerza y compromiso de voluntarios, simpatizantes, activistas y militantes. 

Nos han vendido por muchos tiempo que los ciudadanos odiamos la política y es una verdad a medias. Lo que si rechazamos y nos disgusta son esos políticos profesionales y falsos que parecieran vivir en un mundo distinto al del resto de la gente. Los ciudadanos saben que la política es un motor fundamental para construir cambios en nuestras sociedades. 

Queremos políticos distintos, y también esperamos una forma diferente de hacer política. Esperamos cosas sencillas: que nos escuchen, que nos respeten, que no nos mientan, y que nos inviten a participar. Las campañas deben reasumirse como plataformas de convocatoria permanente. 

En un mundo que cada día desconfía más de los políticos, necesitamos la fuerza y compromiso de voluntarios, simpatizantes, activistas y militantes. Tienen que ser los ciudadanos quienes persuadan a otros ciudadanos. Jóvenes convenciendo a jóvenes. Maestros convenciendo a maestros, y vecinos hablando con sus vecinos. La estrategia es la gente: ciudadanos apropiándose de la campaña y haciéndola suya. 

Las mejores campañas no son sobre los candidatos, son sobre las historias y luchas de un grupo de ciudadanos decididos a cambiar su realidad. Los ciudadanos deben ser incorporados al mensaje. Tenemos que comunicar sus dolores, sus preocupaciones, sus miedos. Necesitamos incorporar el “Nosotros” a la narrativa de campaña y comunicar que un gran movimiento nos acompaña con determinación, energía y esperanza.

 La narrativa es fundamental para un movimiento a efectos de disciplinar la difusión del mensaje. En el reciente éxito de Trump podemos observar una narrativa sencilla organizada a partir de una amenaza (perder el sueño americano), una oportunidad (Make America Great Again), N 2 villanos (México, China o la elite corrupta de Washington), victimas (los Trabajadores) y un héroe (Trump). 

Queremos ser parte de algo mas grande que nosotros y por eso necesitamos construir identidades colectivas. Los partidos siguen siendo importantes y hay que trabajar para fortalecerlos. Los partidos necesitan primero que nada volver a explicar sus convicciones: ¿En qué creen? ¿Por qué luchan? ¿Contra qué luchamos? ¿Contra quiénes? 

En los nuevos tiempos de hyper-desconfianza en las instituciones muchos ciudadanos prefieren participar políticamente en movimientos suprapartidarios con marca y simbología propia. Y especialmente con capacidad de auto-organización descentralizada. El Tea Party en USA es un buen ejemplo: miles de pequeñas células localizadas se despliegan en paralelo con un enemigo común y con un propósito de cambio “urgente”.

 Dentro o fuera de los partidos, nos movilizamos sobre temas que nos preocupan y sobre los que pensamos que podemos hacer una diferencia si nos organizamos. Marshall Ganz, Profesor de Harvard experto en movimientos sociales explica contundentemente que nuestro trabajo es lograr que la gente pase de emociones que inhiben la acción (inercia, apatía, miedo), a emociones que motivan la acción (ira, urgencia, esperanza). 

Debemos organizar la movilización alrededor de causas. Alrededor de temas urgentes. Hace pocos días vimos en USA una gran movilización conocida como la marcha de las mujeres. Cientos de miles de personas manifestándose en múltiples lugares. Movilizándose alrededor de sus 3 preocupaciones. Alrededor de valores. Alrededor de convicciones. Nos movilizamos cuando sentimos que algo muy importante esta en riesgo.  

 Necesitamos un Call to Action que invite a la gente a participar desde diversas posibilidades. Algunos estarán dispuestos a salir a las calles. Otros quizás estén interesados en organizar reuniones con sus vecinos. Algunos otros quizás solo estén interesados en participar desde las redes sociales. Todo suma y todo debe ser valorado como una gran contribución a la campaña.

 Necesitamos herramientas que ayuden a nuestras bases a hacer un trabajo mas efectivo. Herramientas que les orienten a entender la estrategia, y la línea discursiva fundamental. Herramientas sencillas y fáciles de usar. Herramientas que ayuden a nuestra gente a hacer 4 acciones rentables para la campaña, y además a generar datos con los que la campaña pueda seguirse comunicando con potenciales electores. 

El Call to Action por encima de todo debe ser un llamado urgente a apoderarse del mensaje. El Call to Action debe ser por encima de todo una invitación a asumir el protagonismo de la campaña. A asumir el mensaje. A asumir la idea de que solo la energía colectiva de una gran coalición de ciudadanos puede construir un cambio real. 

La movilización en una campaña debe ir mucho mas allá de la organización electoral alrededor del día “D”, y también debe ir mas allá de las demostraciones de fuerza en marchas y contramarchas. La movilización emocional se trata de darle un alma a nuestra campaña. 5 Necesitamos darle un espacio a la gente en nuestro proyecto político. Solo así la gente se siente respetada y valorada. Depende de nosotros que la gente vuelva a creer en la política.  

Pin It