El candidato deberá de ser un emisor que considere de forma simultánea las expectativas no siempre coincidentes del electorado.
La estrategia de campaña es quizá el elemento esencial para satisfacer las metas de un candidato político, por ello es que los objetivos deben de definirse con claridad en el momento en que se comienza a diseñar. El siguiente paso, no menos importante, es justo el que interesa en el presente texto; decidir el público o sector al que será orientado el esfuerzo de comunicación.
El electorado al que estará enfocada la campaña política va más allá de un target, pues no sólo se retomarán sus características como un sector de la población que interesa, se habrá de escuchar de viva voz lo que buscan en su próximo representante político. Dicho lo anterior, ello servirá como guía para el principal objetivo de una campaña electoral, el cual es simple y por demás evidente; en efecto ganar una elección es la prioridad de cualquier campaña política.
Para alcanzar la principal meta, es imprescindible comprender y satisfacer las necesidades de los votantes a las que se dirigirá la campaña. Esto se puede abstraer de la población objetivo analizando elementos tales como: actividades económicas de la región, antecedentes político-históricos, cultura, valores, hábitos, distribución de la riqueza.
Mediante la información recabada de los votantes se deberá de construir todos los elementos que componen una estrategia de campaña, sobre todo la creación de la imagen del candidato, la cual responde a las particularidades de la persona y de la institución política que lo respalda y, primordialmente, al entorno social en donde se proyecta.
Dentro del proceso que se ha descrito en el texto también es necesario tener en cuenta que el ser humano, y por ende el votante, es primordialmente visual y emocional, en ello Joan Costa refiere que “el juicio de valor de aceptación o rechazo ante cualquier estímulo dado lo realizamos en tan sólo unos segundos, basados en nuestra emoción mucho antes que en nuestra razón”.
El candidato deberá de ser un emisor que considere de forma simultánea las expectativas no siempre coincidentes del electorado. Dentro de este proceso complejo no se debe subestimar el contar con un equipo de campaña preparado en las mejores técnicas y herramientas de campaña.