¿Por qué los políticos nos ocultan las crisis?

Manejo de Crisis
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La comunicación política está en crisis, porque los políticos están en crisis. Si yo te dijera que cada vez que prendes el televisor, usas las redes sociales o escuchas la radio eres susceptible de ser manipulado por uno de ellos. ¿Me lo creerías?

Probablemente es así.

Hacer política es comunicar. La mayoría de las cosas que impactan en nuestra vida cotidiana como la economía del país, la situación social, la política, nos llegan a través de los medios de comunicación. En consecuencia, los políticos se disputan ese espacio para insertar su visión particular en las cosas que te implican a ti y a mi.

Lo hacen a través de acciones concretas enmarcadas en una narración. Este show mediático tiene como fin capturar tu atención, porque lo que buscan es impactar en la opinión pública, en tú opinión, en la mía.

Si te das cuenta, las noticias las consumimos. Es decir, raramente participamos de ellas. Son los medios de comunicación que en base a las preferencias del cliente y a una agenda, crean la noticia. Ejemplo, cuando el Papa Francisco visitó Paraguay, el hecho noticioso no fue la visita en si mismo, sino los miles de argentinos que iban a verlo. Nosotros no escogemos el ángulo, nos lo ponen frente a nosotros.

Los medios de comunicación raramente invitan a la reflexión. Somos consumidores de las opiniones de otros, de los criterios ajenos, de agendas que nada tienen que ver con lo que a nosotros realmente nos interesa.

En esta disputa mediática, los políticos disputan un espacio. Lo hacen bailando, besando niños e insertando a su antojo mensajes en la población.

Cuando el ex presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) se enfrentaba a Evo Morales. Los asesores de Goni le sugirieron que se apropie del concepto “crisis”. Este país sudamericano pasaba por una grave crisis social y política y enmarcaron toda una narrativa que giraba en torno a la marca “crisis”. Fue la única forma en que un millonario con marcado acento gringo, de aspecto anglosajón, pudiera gobernar (menos de un año) en una nación predominantemente indígena, dominando la atención mediática. Esto se explica mejor si ven la película “Our Brand is crisis” (pésima, por cierto).

Si un gobernante aceptara que su país está en crisis, le entregaría el poder de la narrativa a la oposición. No importan las amenazas controlables o incontrolables: la crisis tiene cara. Sus contrincantes no tardarán en poner su rostro a las mala gestión y culpar al mandatario de turno, de todo lo malo que ocurre en el país.

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