El secreto es usar técnicas de marketing acordes a sus metas, bien estudiadas bien diseñadas y bien aplicadas por cualquier empresa.
Coca-Cola vs. Pepsi-Cola, McDonald’s vs. Burger King, Ford vs. Chevrolet, Apple vs. Samsung; y así muchísimos ejemplos de competencia entre marcas tradicionales, o entre marcas tradicionales y marcas en franco ascenso con alta competitividad para lograr mantenerse, apoderarse, o entrar en el mercado, todas en una constante guerra de estrategias para tener presencia en él.
¿Cuál ha sido el secreto de estas marcas para permanecer vivas en el tiempo o para lograr posicionarse? ¡Es fácil! Innovación sin temor a los cambios, segmentación inteligente, campañas publicitarias bien diseñadas y hasta agresivas en algunos casos.
Sin lugar a dudas, el secreto es usar técnicas de marketing acordes a sus metas, bien estudiadas bien diseñadas y bien aplicadas por cualquier empresa.
Lo mismo sucede con los partidos políticos, entre algunos ejemplos mencionamos: republicanos vs. demócratas en los Estados Unidos, PSOE vs. PP; y muy en la carrera como partidos emergentes Ciudadanos y Podemos en España, Partido Conservador Vs. Partido Laborista, con un crecimiento del Partido Nacionalista Escocés en el Reino Unido.
En el mundo encontraremos bastantes muestras de esta competencia en donde el objetivo es captar simpatizantes si nos referimos al caso de todos estos partidos políticos, sumando militancia e intenciones de voto para ganar elecciones.
No miento al decir que muchos partidos políticos han quedado rezagados en el complejo escenario político que hoy mueve el mundo; muchos no entienden que no es solo una cuenta de Twitter para plasmar algunas palabras o una cuenta de Instagram o de Facebook para colocar fotos y algún comentario.
Lo que los lleva a la realidad y modernidad, son varios los conceptos a comprender para estimular e involucrar eficazmente a la masa electoral: millennials, startups, 2.0, 3.0, bidireccionalidad, interactividad de forma personal, interactividad mediática, interactividad tecnológica, nuevas fórmulas de segmentación.
Todo esto y más cuidando por supuesto sus ideologías políticas, sus fortalezas, su tradición en el caso de partidos de larga data o su característica diferenciadora en partidos emergentes.
Muchas técnicas de marketing se utilizan en el ámbito político; pero ,aunque el nombre de estas técnicas sea idéntico, no quiere decir que se aplique de la misma forma.
Es allí donde un consultor o asesor en marketing político marca la diferencia, debido a que está consciente de que el objetivo no es un cliente, no es un mercado comercial.
El objetivo es un mercado de electores con el poder del voto que pueden cambiar el curso económico y social de un país, de una región o una localidad, eligiendo entre varias ofertas que se presenten.
Además, es un mercado que ha diferencia de otros en donde la mayoría quiere un teléfono inteligente con mejor capacidad de navegación, o con más pixeles en las fotografías, o un vehículo con mejoras tecnológicas, o una bebida gaseosa light o con sabor mejorado, en el mercado político no todo el universo de electores esta dispuesto a participar.
Un partido político tampoco es una franquicia en donde los franquiciados son los candidatos y al aparecer en la fórmula electoral que se presente con el nombre del partido respaldándolos sea suficiente para ganar una elección.
Un partido político tiene que pensar en su futuro evitando victorias efímeras. Es por ello que los candidatos que del mismo salgan deben estar y verse identificados con la misión visión y los valores pregonadas por esa organización política, ya que de no ser así puede llegar a su fin y perderá toda posibilidad de éxitos futuros atentando contra el mismo sentido de permanencia en el tiempo el cual deben proteger como uno de sus activos mas valiosos.
Ardua tarea se presenta entonces para los partidos políticos: tienen que desarrollar propuestas, adaptarse a los cambios, ganar simpatizantes, ganar militancia, innovar en políticas y en como hacer política, estar preparados para la constante evolución de las sociedades, entender su mercado natural, mantener su identidad, marcar la diferencia. Muchos lo están haciendo, algunos lo han logrado, pero tristemente veremos otros que no alcanzaran comprenderlo.