En los últimos años, hemos podido observar que las empresas han llevado a cabo una serie de iniciativas, para explorar nuevas tecnologías digitales. Con el propósito de aumentar sus beneficios, con la automatización de los procesos y ampliar los canales de mercadeos con su público objetivo. De por sí, es difícil mantenerse en el mercado, el reto aumenta con la necesidad de generar cambios en los procesos de la organización como en el mercadeo, inventario, cobranza, entre otros.
La gran mayoría de las empresas han sido víctimas de la transformación digital, a decir verdad, nos ha afectado a todos. A menudo podemos apreciar cómo las grandes compañías han iniciado procesos de digitalización e incluso van más allá de sus fronteras, al impactar productos, procesos de negocios, canales de ventas y cadnas de suministros.
Toda empresa necesita establecer prácticas de gestión para regir estas complejas transformaciones, para lograrlo requiere implementar una nueva cultura desde la gestión del cambio. Debemos realizar una investigación para comprender las áreas de mejoras de la empresa, y desarrollar planes de acción para convertir las debilidades en fortalezas.
Un enfoque para formular una estrategia efectiva es fundamentarlo en los valores de la empresa, para integrar toda la coordinación, la priorización y la implementación de la gerencia estratégica. Así poder desarrollar la estrategia digital de forma eficaz, aunque el mismo proceso te conduzca a una adaptación de los valores a la nueva realidad sin perder tu esencia.
Ha cambiado nuestra forma de ver el mundo, en el trabajo, al comprar y hasta de relacionarnos, que obliga a las empresas a sumarse a este proceso de transformación digital para no quedar obsoletas. Esta nueva era, nos ha enseñado que no necesitamos estar de forma presencial, para que una empresa pueda marchar de forma efectiva.
Sé que vivimos tiempos desafiantes, confusos, hasta el punto de llegar a desconfiar en los medios de comunicación y en las empresas tecnológicas. Son muchos los eventos que nos han tomado por sorpresa, porque no estábamos preparado para esta nueva era. Nos toca cultivar una nueva generación que sea capaz de sortear la desinformación, y poder dar orden al universo de la hiperconectividad.
¿Es normal tener miedo a lo desconocido?
Observamos con mucha frecuencia una resistencia al cambio en las instituciones o empresas por miedo a lo desconocido. Temen a estos cambios por tres factores sencillos: se acostumbran a lo conocido, sienten miedo a salir de su zona de confort y/o experimentar nuevos desafíos. Tenemos que ser consciente que no es fácil todo este proceso de transformación, ¿Cómo adaptarnos? ¿Cómo podemos conectar con la
audiencia? Es normal tener miedo a lo desconocido, al cambio y escuchar cada mito entorno a la transformación digital. Esto hace que a muchos empresarios se les ponga la piel de gallina, desconfíen hasta el punto de querer abandonar el mercado, o confíen en el primer pirata que se les presente.
Quedarse atrás ya no es una opción
La consecuencia es que muchas organizaciones continúan con procesos de trabajo arcaicos y poco rentables, uno de los temores que eso puede ocasionar conduce a varios elementos. Por ejemplo, la poca capacidad de ahorro que tienen las organizaciones, y la falta de maniobra ante escenarios turbulentos, como recesiones económicas, inflación, entre otros. Las consecuencias de la pandemia son el mejor y vivo ejemplo.
Las ventajas operativas de la tecnología han colocado a disposición los beneficios potenciales de la digitalización, como el Marketing Digital, software de inventario y cobranzas, las aplicaciones, el e-commerce y hasta la digitalización de las monedas (criptomoneda). Todas bien implementadas han incidido en el aumento de ventas o productividad, innovaciones en la creación de valor, mejora en los procesos, ahorros de costes, entre otras.
Es tiempo de adaptarse o reinventarse para poner en práctica las ventajas de la nueva era digital, que está en constante transformación.