Este 26 de septiembre, la frontera colombo-venezolana iniciará un nueva etapa económica, política y turística, después de 14 años en que las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Caracas -bajo el Gobierno del presidente Hugo Chávez- comenzarán a fracturarse, generando un impacto en el empleo y el sector transportador.
La historia entre las dos naciones, advierte que Colombia, es la vía natural de importación de Venezuela. Los empresarios hablan hoy, que las compras externas representarían un 25 por ciento. En otras palabras, este impacto positivo, generaría un impacto positivo trasversal en todos los sectores económicos. Inicialmente, los que tienen más cercanía con la frontera como el personal de las casas de cambio, los aduaneros y el transporte de carga.
Los actores gremiales consideran que la reapertura de la frontera permitirá crear negocios por 4 mil millones de dólares en la recta final del año 2022, generando 3.000 empleos directos en Venezuela. "Con una proyección de 20.000 empleos en los próximos cuatro años", afirma el Gobernador del Estado Táchira Fredy Bernal.
Gremios como Colfecar - Colombia- estiman que el abastecimiento de productos hacia Venezuela, generará tranquilidad y prosperidad a la población. "Se realizará movimiento y traslado de alimentos y medicamentos necesarios para las personas que habitan la frontera. También en los sitios aledaños", precisaron.
Los productos que tendrán protagonismo a partir de este 26 de septiembre de 2022 son los combustibles y aceites minerales, las materias plásticas y manufacturas, los azúcares y artículos de confitería, el papel, el cartón y productos farmacéuticos.
Este escenario económico -por lo demás optimista- podría traspasar el terreno político, a través de proyectos binacionales de complementación económica, industrial, productiva y de servicios. "Uno de los sectores beneficiados será el de los alimentos, medicamentos, materias primas y bienes intermedios".
Un tema que preocupa al sector empresarial de Colombia y Venezuela, es la presencia en la zona fronteriza de los grupos armados, aprovechando las trochas. En la frontera existen tres pasos: Cúcuta y San Antonio del Táchira, Maicao -Zulia y Arauca-Apure.
El gran reto de las autoridades de los dos países, es salir al paso a la ilegalidad en reglones como mercancías, personas y armas.
Es de conocimiento público que la frontera de Colombia y Venezuela estaba bajo el control de las disidencias de las Farc, el ELN y otras organizaciones ilegales. "Hay, un control sobre el territorio con violencia de por medio y muchos millones de dólares. Igual, del negocio del narcotráfico".
En resumen, reconstruir la relación binacional, implicará que cada país tenga la capacidad de atender a sus connacionales en su territorio "Los gremios económicos. Las cámaras de comercio son claves, en este escenario de reactivación de la frontera. La palabra clave será reconstruir confianza. Para lograr está meta, los indicadores sociales deberán mejorar obstenciblemente"
Además, en mi calidad de internacionalista en fronteras y consultor político, es urgente que se perfeccione los Acuerdos de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). La idea, es construir tranquilidad jurídica. "En esencia, un nuevo lenguaje comercial, donde la institucionalidad de Colombia y Venezuela esté presente de manera integral, alejado de la politiquería, abrazando la esperanza de los habitantes de la frontera: más acción y menos retórica.
