Después de 12 años Lula Da Silva volverá al poder en Brasil, se encontrará un país más polarizado, conservador e impaciente que en 2002, además el histórico líder del PT tendrá la oposición más fuerte de este siglo , el Bolsonarismo quedó con un gran número de gobernadores y mayoría en las cámaras legislativas.
La vuelta a la buena sintonía entre el PT y el MDB, que se había roto luego de que Temer llegara al poder en 2016 y la alianza con Alckmin histórico líder de la derecha brasileña y ex candidato presidencial, le permitió a Lula generar una amplia coalición y cerrar viejas heridas, también fue necesario el acercamiento con el Partido Socialista, un enemigo eterno del PT. El presidente electo también durante la campaña se reencontró con Marina Silva, ecologista y ex Ministra de Ambiente de Lula que se fue peleada con el presidente en 2009 por el Amazonas y que por ejemplo en el ballotage del 2014 hizo campaña por el socialdemócrata Aecio Neves y en contra de Dilma Rousseff .
Uno de los datos políticos que preocupan a Lula Da Silva es que de los 10 estados con más población de Brasil , el futuro gobierno solamente tendrá 3 gobernadores aliados , en Bahía y Ceará gobernará el PT , mientras que en Pará se quedó con la gobernación el MDB , lo que muestra una clara debilidad política. Bolsonaro no sólo se va del poder logrando dejar la cultura Bolsonarista instalada en la política brasileña, sino que además deja 3 aliados suyos en gobernaciones claves como son las de Minas Gerais, Río de Janeiro y Sao Paulo , estos tres Estados históricamente pertenecieron a los partidos tradicionales y que hoy están en manos del Bolsonarismo.
Los mercados celebran la idea de que Lula ceda puestos claves en el gobierno como el Ministerio de Hacienda donde podría ir a parar Henrique Meirelles , ex Ministro de Temer y también el Ministerio de Defensa donde iría el vicepresidente electo Geraldo Alckmin , según lo que adelantó Lula, el PT tendría lugares claves como la Cancillería donde su histórico amigo y asesor Celso Amorim , hombre muy respetado en la diplomacia internacional volvería a ocupar el puesto tal como sucedió del 2003 al 2011 . El Ministerio de Educación o la casa Civil estarían a cargo de Fernando Haddad , mano derecha del presidente electo.
El armado de la oposición también es un tema que preocupa a los analistas del Brasil. El PSDB ya piensa en intertar volver a un bipartidismo en 2026, mientras que durante estos años de Bolsoanarismo se creó “Unión Brasil” un partido que se ubica a la derecha de los socialdemócratas pero a la izquierda de Bolsonaro. Lula intentará que tanto el PSDB como Unión Brasil sean parte del gobierno, algo que parece imposible según afirmaron sus principales dirigentes.
Los métodos de comunicación de Bolsonaro durante esta campaña fueron muy efectivos aunque no suficientes , peleado con la mayoría de los medios de comunicación , el presidente utilizó la gestión y las redes en conjunto la iglesia Evangelista como propagandas de campaña y el resultado fue más que exitoso 49;1% de los votos. Con este triunfo electoral Lula iguala sus estadísticas, perdió las elecciones presidenciales de 1989,1994 y 1998, en todas quedó en segundo puesto, mientras que logró llegar a la presidencia de la república en las de 2002,2006 y 2022.
La transición comenzó y Alckmin parece que no sólo va a ser el vicepresidente o el interlocutor de Lula y los mercados sino que ahora también es el encargado de la transición con Bolsonaro , lo que muestra la confianza que se ganó el ex líder del PSDB y además remarca lo difícil que es que un dirigente del PT y un bolsonarista dialoguen.
Bolsonaro había dicho durante la campaña que si perdía la elección se retiraría de la política, lo que falta ahora es saber si esa frase era una amenaza para su electorado o si en verdad es el pensamiento del actual presidente de Brasil.